Una ley en contra del desperdicio de alimentos

Mientras en Argentina la pobreza alcanza al 28,6% de la población, con el riesgo alimentario que eso conlleva, se tiran a la basura 16 millones de toneladas de alimentos por año.

Algunas empresas donan los alimentos totalmente aptos para el consumo que, por diferentes motivos, no se pueden comercializar: se encuentran próximos a su fecha de vencimiento, tienen problemas de etiquetado o packaging, no tuvieron éxito comercial o son productos estacionales pero mantienen su valor nutricional.

Pero muchas otras (la gran mayoría) producen o comercializan alimentos que terminan en el tacho. Y el motivo es, principalmente, que el donante no tiene ningún resguardo legal ante los daños y perjuicios que pudieran producirse a raíz de los alimentos que entregan. En 2004 se sancionó la actual Ley Donal, pero el artículo 9, que protegía legalmente a los donantes, fue vetado por el entonces presidente Néstor Kirchner.

Por eso, desde la Red Argentina de Bancos de Alimentos juntan firmas para que se discuta en el Congreso Nacional la reincorporación de este artículo que fomenta el aumento de las donaciones, incentivándose este acto altruista, sin dejar de observar las necesarias condiciones de salubridad que deben respetar los donantes conforme la reglamentación en la materia. Es decir, los alimentos donados NO pueden estar vencidos ni en mal estado.

Se necesita que la nueva ley sea tratada y aprobada en la Cámara de Diputados este mes (ya tiene media sanción del Senado). Con la aprobación, se espera rescatar al menos el 15% de todos los alimentos que se tiran y con eso contribuir con la alimentación de personas que en la Argentina sufren hambre. Para dejar tu firma, hacé CLICK ACÁ.

Las claves de la Ley Donal

La nueva Ley Donal apunta a limitar la responsabilidad del donante una vez producida la entrega de los alimentos donados y que éste sólo responda cuando: (i) no hubiera observado las condiciones de inocuidad aparente y salubridad legalmente exigidas de los alimentos donados; (ii) no hubiera actuado de buena fe; (iii) no haya evitado la producción del daño que resultare predecible.

“Acá lo que se plantea es algo muy claro: que el donante no tenga responsabilidad cuando ya no tenga el alimento en su poder. Si se vence o se echa a perder en el Banco de Alimentos o en un comedor, por ejemplo, la responsabilidad va a ser de ellos y no del que lo donó en perfectas condiciones”, explicó Marisa Gastaldi, integrante de la comisión ejecutiva de la Red Argentina de Bancos de Alimentos representando a Córdoba y miembro de la comisión directiva del Banco de Alimentos (BdA) de Córdoba.

“Actualmente es el donante el responsable en todo esto y, por supuesto, la mayoría no se quiere arriesgar. Con este cambio se va a incentivar mucho más la donación y, a su vez, les quita a los productores de alimentos el costo de tener que destruirlos”, indicó. “En todos los países la responsabilidad está limitada y por eso funciona tan bien la donación: cuando ya no tenés alcance sobre el producto no podés ser responsable”, agregó.

En este sentido, el BdA cuenta con una estructura que le da confianza a ese donante. “Saben que trabajamos con todas las medidas de seguridad y la logística necesarias para que ese alimento que entregan llegue en buen estado al comedor beneficiario, a los que también auditamos para ver si tienen todo en regla”, sostuvo Gastaldi.

La importancia de la donación y la alimentación saludable

La donación de alimentos a fundaciones como el Banco de Alimentos es clave para la lucha contra el hambre y la malnutrición. En Córdoba, Mercoop (la empresa que administra el Mercado de Abasto) entendió a la perfección esta problemática y dona semanalmente más de 700 kilos de frutas y verduras que luego son entregados a 210 organizaciones que alimentan a más de 18 mil beneficiarios.

Se recomienda consumir 5 porciones de frutas y verduras por día, variando tipos y colores para adquirir todos los nutrientes, prevenir enfermedades y mejorar la salud a corto y largo plazo. Y el BdA junto a Mercoop son claves para ayudar en esto a los que más lo necesitan.

Como ocurre con Mercoop, es necesario hacer de la donación de alimentos una sana costumbre también para las empresas, sin que deban responder por los alimentos que entregan en buen estado. Si no se tiraran tantos alimentos a la basura, se contribuiría al freno de la crisis alimentaria, tanto en Córdoba como en todo el país.

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