Ante cada necesidad, un ministerio
02/06/2022 | 15:02Redacción Cadena 3

Finalmente alguien se animó. El juez de la Corte Suprema Carlos Rosenkrantz se animó a meterse ayer con un versículo sagrado de la biblia populista. Es una frase que se atribuye a Eva Perón: "Donde hay una necesidad, hay un derecho". Semejante principio no se escucha en países civilizados, pero en Argentina era incuestionable. Hasta hoy. Rosenkrantz se atrevió a cuestionarlo.
El razonamiento del juez es impecable. Dice Rosenkrantz: “No puede haber un derecho detrás de cada necesidad, sencillamente, porque no hay suficientes recursos para satisfacer todas las necesidades".
Y como es así, no nos queda más que discutir. Por eso somos una sociedad política. Discutimos primero qué es necesario: ¿que los chicos se eduquen o que personas sanas de 30 años de edad puedan vivir para siempre sin trabajar? ¿a quién de los dos le vamos a dar el derecho? Cuando la respuesta es siempre "a los dos" es cuando quebramos. Es el origen profundo de la inflación argentina.
Pero hay más discusiones: para regalarle a alguien un derecho hay que imponerle sí o sí una obligación a otro. Si decimos que todo el mundo tiene derecho a una vivienda digna entonces hay que obligar a alguien a construir viviendas y regalarlas. U obligar a miles a pagarle a alguien para que construya la vivienda que luego se regalará al que tiene derecho a la vivienda. A los demagogos les encanta repartir derechos, pero se hacen los tontos con las obligaciones.
Hay un tercer problema con la frase bíblica de la demagogia argentina. Revoleamos tantos derechos que, por supuesto, después no podemos cumplir. Decimos que un adolescente tiene derecho a no sentir que fracasa, y entonces permitimos que salga de la secundaria sin saber la regla de tres simple. O sea: le damos su derecho a la necesidad de no ser estigmatizado. Pero le quitamos su derecho a la necesidad de no ser educado.
Un problema final: la falsa teoría de Eva Perón ha construido un sistema político hecho de falsos redentores, de robinhoodes truchos, de justicieros inflacionarios. Repiten que "ante cada necesidad, corresponde un derecho", pero luego, ante cada necesidad, inventan un ministerio. Y las necesidades terminan siendo una excusa para sus ansias interminables de poder.