Qué quedó del ataque que dejó a Trump a las puertas de la Casa Blanca

El ataque al expresidente y candidato presidencial republicano, Donald Trump, dejó fuertes marcas en la política de los Estados Unidos.

Tuvo alto impacto electoral, porque lo dejó mucho más cerca de la Casa Blanca ante un debilitado Joe Biden, cuya postulación está siendo jaqueada desde el mismo Partido Demócrata,

Además, idealizado en las películas de Hollywood por su eficiencia, el Servicio Secreto de los Estados Unidos quedó bajo fuertes cuestionamientos por las fallas que exhibió al momento de tener que defender a Trump.

El ataque

La escena del crimen. El atacante logró ubicarse en la azotea de un edificio a aproximadamente 150 metros del expresidente, desde donde abrió fuego.

Los disparos rozaron la oreja de Trump y llegaron a matar a Corey Comperatore, uno de los asistentes al acto.

Comperatore, un bombero voluntario de 50 años, trató de proteger a miembros de su familia al abalanzarse sobre ellos cuando sonaron los disparos.

Su esposa, Helen, y sus hijas, salieron ilesas, pero Comperatore recibió un disparo mortal.

Toda esta situación puso en entredicho las medidas de seguridad y la eficiencia del Servicio Secreto.

La posición. El tiroteo comenzó desde una posición a las "tres en punto" del podio de Trump, desde su lado derecho.

Inmediatamente, después de los disparos, agentes del Servicio Secreto respondieron al ataque.

Encontraron al sospechoso en la azotea de un edificio fuera del perímetro de seguridad. Este hecho ha suscitado dudas sobre la amplitud del perímetro y los procedimientos para asegurar edificios cercanos.

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Techo inclinado. Se le preguntó a la directora de los Servicios Secretos, Kimberly Cheatle, si no deberían haber asegurado ese techo.

"Ese edificio tiene un techo inclinado y por medidas de seguridad no queríamos poner a nadie sobre un techo inclinado".

Línea de visión. Un exsubdirector del FBI, Andrew McCabe, señaló en la cadena CNN que siempre es fundamental eliminar cualquier línea de visión hacia el lugar donde se encuentre un protegido en eventos al aire libre.

La proximidad del atacante y el hecho de que el edificio desde donde disparó quedara fuera del perímetro de seguridad han sido puntos clave de las críticas, añadió.

Tirador a la vista. Testigos reportaron haber visto al atacante moviéndose entre tejados antes del tiroteo, lo que también pone en cuestión la vigilancia previa al evento.

Según el canal KDKA, afiliado de CNN, un testigo dijo que les había comentado a los agentes que vio a un hombre armado moviéndose “de techo en techo”, momentos antes del intento de asesinato.

Ben Macer estaba junto a una valla cuando vio “al tipo moverse de un tejado a otro. (Le) dije a un oficial que (el presunto atacante) estaba en el tejado”, informó KDKA.

“Cuando me di la vuelta para volver a donde estaba, fue cuando empezaron los disparos, y luego se desató el caos, y todos salimos corriendo, y eso fue todo”.

Los testigos también dijeron a los periodistas que vieron a una persona que coincidía con la descripción del presunto atacante que portaba un rifle fuera del cordón de seguridad de la manifestación antes del tiroteo.

De acuerdo a distintos medios, el atacante fue visto por la policía local, que pensó que podría haber actuado de forma sospechosa cerca de los controles del evento del sábado.

Esto fue comentado por intercomunicador para vigilarlo, y esa información también fue transmitida al Servicio Secreto, según la fuente.

El atacante

Votante republicano. Las autoridades identificaron al atacante como Thomas Matthew Crooks, de 20 años, quien murió luego de que agentes del Servicio Secreto le dispararan.

Curiosamente, los investigadores se dieron con que el joven estaba registrado como votante republicano. Vivía en el suburbio de Bethel Park, Pittsburgh, ubicado a casi 60 kilómetros al sur del mitin donde disparó contra el expresidente.

Todo planificado. Fuentes policiales citadas por la cadena CNN dijeron que el atacante tenía material explosivo en su automóvil y en su residencia. En ese sentido, los investigadores creen que Crooks pudo haber planeado hacer estallar su auto como distracción para poder asesinar a Trump.

En su coche había una caja metálica con explosivos conectados por cables a un receptor que podía detonarse mediante un mando a distancia que llevaba colocado en el cuerpo.

Lo que es aún más extraño es que, según los informes, los investigadores no encontraron *nada* a través de su historial de búsqueda sobre cómo aprende a fabricar explosivos caseros.

Los días anteriores. En las últimas 48 horas previas al incidente, Crooks fue al campo de tiro, fue a Home Depot para comprar una escalera y luego fue a una tienda de armas donde compró municiones.

Los investigadores lograron acceder a su teléfono, pero afirman no haber encontrado ningún motivo.

El padre del pistolero les dijo a los agentes que creía que su hijo había llevado el rifle al campo de tiro y denunció su desaparición a las 11 p.m.

El joven pidió permiso para salir del trabajo el sábado y dijo que planeaba regresar el domingo, dicen las autoridades

El arma. Utilizó un rifle semiautomático propiedad de su padre. Se trata de AR-15, rifle semiautomático que puede disparar750 tiros por minuto a una distancia entre 400 y 600 metros.

Es liviano, de tan solo 3 kilos, y posibilita la fácil instalación de accesorios como linternas, punteros láser o incluso lanzagranadas.

El Servicio Secreto recordó que no permite armas dentro de las zonas acordonadas de ningún evento.

Las fallas en la seguridad

Los recursos. Las fuentes policiales indican que se revisará si el Servicio Secreto contaba con los recursos adecuados para proteger a Trump y si se cumplieron los protocolos de seguridad en el edificio desde donde disparó el atacante.

El presidente Joe Biden ordenó el mismo sábado una revisión exhaustiva de las medidas de seguridad y pidió una evaluación independiente del incidente, cuyos resultados se compartirán con el público.

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Orden de neutralización. Fuentes policiales con conocimiento de las operaciones del Servicio Secreto le dijeron a CNN que los equipos de seguridad tienen amplia discreción al derribar una amenaza.

Pero esa decisión, que debe partir del jefe del operativo de seguridad, no se tomó.

El atacante recién fue abatido después de que había disparado para herir a Trump y matar a un espectador.

El Servicio Secreto afirma que había cuatro equipos de francotiradores: dos del Servicio Secreto y dos de las fuerzas de seguridad locales.

Funcionamiento independiente. El Servicio Secreto no es formalmente parte de la comunidad de inteligencia y se considera un "consumidor" de inteligencia, dependiendo en gran medida de las relaciones con agencias como la Dirección de Inteligencia Nacional, la Agencia Central de Inteligencia, la Agencia de Seguridad Nacional, la Oficina Federal de Investigaciones y la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento de Seguridad Nacional.

La conducción del Servicio Secreto. Kimberly Cheatle es la directora del Servicio Secreto de Estados Unidos desde septiembre de 2022 y fue nombrada por el presidente Biden.

Cheatle se convirtió en la directora número 27 del Servicio Secreto, según su biografía en el sitio web de la agencia.

A su cargo están más de 7.800 agentes especiales, oficiales de división uniformados, agentes técnicos encargados de hacer cumplir la ley y otro personal.

Experiencia previa. Al Servicio Secreto en 2022, regresó después de ser directora senior de seguridad global en PepsiCo, según su biografía en línea.

Es que ya había estado en el Servicio Secreto durante 27 años. Fue subdirectora de operaciones de protección, y tuvo a su cargo un presupuesto de 133,5 millones de dólares, además de desempeñarse en todas las divisiones en tecnologías destinadas a reducir el riesgo para las personas protegidas.

En sus orígenes, fue agente especial a cargo de la oficina Atlanta de la agencia

Sus reacciones. El lunes después del ataque, Cheatle garantizó que la agencia cooperará con las investigaciones sobre el tiroteo. "El Servicio Secreto está trabajando con todas las agencias federales, estatales y locales involucradas para comprender qué sucedió, cómo sucedió y cómo podemos evitar que un incidente como este vuelva a ocurrir", afirmó.

Y añadió: “Entendemos la importancia de la revisión independiente anunciada ayer por el presidente Biden y participaremos plenamente. También trabajaremos con los comités apropiados del Congreso en cualquier acción de supervisión”.

Cheatle fue citada para el próximo 22 de julio para prestar testimonio por el atentado.

Legisladores republicanos y demócratas pidieron respuestas inmediatas e, incluso, la renuncia de Cheatle.

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Fallas anteriores. Este no es el primer incidente que cuestiona la efectividad del Servicio Secreto.

* Enero de 2021. La entonces vicepresidenta entrante Kamala Harris fue conducida a unos metros de una bomba casera antes de ser evacuada por agentes.

* Mayo de 2023. Un intruso logró ingresar a la casa del asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, a pesar de la protección del Servicio Secreto.

Las teorías conspirativas

El sitio Chequeado, que verifica información falsa, explicó las tres teorías conspirativas que circulan sobre el tema

“Globalistas” o el “deep state” (estado profundo). Se le atribuyó la autoría. esta teoría de conspiración está siendo compartida en redes sociales por algunos seguidores de Trump, en inglés y en español.

“A pesar de que la investigación está en curso, estas personas aseguraron sin evidencias que hay personajes misteriosos que manejan los hilos del poder desde las sombras y que habrían ordenado el asesinato de Trump”, explica Chequeado.

Para el FBI, en cambio, se trata deun acto de terrorismo doméstico porque el tirador actuó solo.

El “deep state” o “estado profundo”, de acuerdo con quienes divulgan este tipo de conspiraciones, es supuestamente una red secreta de funcionarios gubernamentales que realizan acciones ilegales y operan en las sombras.

La orden fue de Biden. Esta es la segunda teoría, peor tampoco, hay evidencia de que el presidente demócrata esté estado involucrado de forma alguna en el atentado contra Trump.

Montaje. La tercera teoría conspirativa sostiene que el atentado fue un “montaje” o una “operación de bandera falsa”. Las autoridades informaron que al menos una persona murió y otras 2 resultaron gravemente heridas por los disparos.