Rotación y pasturas perennes para estabilizar la cría bovina en San Luis

El doctor Diego Steinaker, especialista en ganadería del INTA, la única manera de recuperar esos campos sobrepastoreados y hacer sustentable a esta actividad, es con el uso racional de las pasturas: respetar la carga animal adecuada a cada suelo, hacer pastoreo rotativo y, una de las opciones que su grupo de trabajo viene investigando desde hace varios años, incorporar pasturas perennes que den estabilidad a la cría bovina.

Steinaker es el director del proyecto de investigación “Desarrollo sustentable con base en la ganadería bovina, caprina y ovina en ambientes, áridos, sierras y caldenal”, más conocido como Proyecto Ganadero del Oeste, que comprende a las áreas menos favorecidos de las provincias de San Luis y La Pampa. “En la región semiárida de San Luis y La Pampa, y en general la región semiárida central del país, la ganadería bovina se centra en el uso de pastizales naturales, como bosques y montes naturales. Son sistemas ambientalmente frágiles y, por lo tanto, es necesario manejarlos con mucho cuidado y para lograr esto hay que tener reservas suficientes”, manifestó en diálogo con redagroactiva.com.

Para Steinaker, una de las maneras de tener reservas de pastos que desde el INTA intentamos difundir son los sistemas de manejo de rotaciones, el uso racional de las pasturas, que implica tener en cuenta la carga ganadera, que quiere decir que hay que trabajar con una carga adecuada a la receptividad del campo, que no supere su receptividad, dato que debe ser conocido por los productores. Otro punto importante es el uso y descanso oportunos, a través de la rotación. Esto se puede hacer combinando 2, 3 o 4 potreros que hacen que siempre tengamos una mayor flexibilidad en casos de años complicados en cuanto a precipitaciones, que es nuestro mayor problema.

Dijo además que en San Luis han tenido el problema de regímenes de precipitaciones anuales que no son muy grandes y además de pasar por años muy duros, los campos están teniendo una sobrecarga por requerimiento de productores de otras provincias que se vuelcan a campos que históricamente no eran tan receptivos como los de Córdoba, por ejemplo. “En este momento esa sobrecarga ha disminuido por cuestiones de stock, pero en la última década hubo una sobrecarga importante porque en gran parte de la región sub húmeda y húmeda que se dedicaba a la ganadería, por una cuestión de conveniencia y de precios se pasó a hacer más agricultura. Hoy gran parte del stock se trasladó hacia el oeste del país o a la zona semiárida central. Estos campos se vieron recargados y con la consecuencia típica de que si se sobrecargan los ambientes y no se aumenta la producción forrajera, hay degradación”.

Explicó entonces que en esos sistemas frágiles donde se trabaja sobre la base de pasturas naturales o pasturas implantadas de relativamente baja producción, lo importante es el manejo ganadero que se centra en la carga adecuada a la receptividad y en manejos rotativos, que es lo que desde el INTA tratan de difundir. “Estos sistemas de pastizales y pasturas naturales son muy bien complementados con la incorporación de pasturas perennes. Desde el INTA proponemos siempre las pasturas largamente perennes, justamente debido a la fragilidad del sistema”, afirmó, para añadir que en el norte de San Luis, “una de las pasturas con la que hemos obtenido mejores resultados es el Buffel Grass (Cenchrus ciliaris) y en la zona centro - sur de la provincia, la pastura de mayor éxito es el Pasto Llorón, que lleva de 30 a 40 años en producción, y otra buena especie que hace por lo menos 10-15 años que la incorporó el INTA a los sistemas ganaderos es Digitaria eriantha. Todas estas especies son de origen sudafricano y se incorporaron en estos sistemas, como el Panicum coloratum. Son todas especies de características similares, son gramíneas largamente perennes y de ciclo primavera – estival”.

Agregó el profesional del INTA que hay otras líneas de trabajo en las cuales se está tratando de evaluar nuevas especies. “Uno de los casos es la especie que creemos que es promisoria, que puede ser muy buena, que es Tetrachne degrei. Especie que también es de origen africano y se están haciendo multiplicaciones. Se están evaluando en parcelas dentro de San Luis.

Consultado sobre el por qué del uso de pasturas de origen sudafricano, el doctor Steinaker señaló que son especies altamente tolerantes al pastoreo, porque los pastos africanos tienen una historia evolutiva muy asociada con grandes herbívoros que existieron y aún existen en África y que no existieron en estas pampas. “Nuestros pastos no están adaptados evolutivamente a grandes cargas ganaderas, entonces son más sensibles al pastoreo. Se trata de especies como Pasto Llorón, Digitaria, Buffel Grass, que evolutivamente en sus genes llevan una mayor tolerancia al sobrepastoreo”, concluyó.

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