Il Papalino, un restaurante familiar de platos clásicos de la cocina romana
Ana María Scialanga es la dueña del local. En diálogo con Cadena 3, explicó que su local fue fundado por sus suegros en 1970. Desde entonces, representa un punto de encuentro para turistas y prelados.
01/05/2025 | 12:36Redacción Cadena 3
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Este 1° de mayo también es feriado en Ciudad del Vaticano, lo que llevó a que muchas actividades se detuvieran hasta el viernes. Sin embargo, los restaurantes y heladerías permanecen abiertos.
En este marco, se destaca la actividad en un mítico restaurante. "Il Papalino" es un establecimiento familiar que ofrece platos clásicos de la cocina romana.
Ana María Scialanga es la dueña del local. En diálogo con Cadena 3, explicó que su local fue fundado por sus suegros en 1970 y que, desde entonces, representa un punto de encuentro para turistas y prelados. "Hay muchos turistas, pero también tenemos muchos prelados como clientes", comentó.
Il Papalino es conocido por su amatriciana, un plato que Ana María no dudó en recomendar a los clientes. "Mi suegro ganó un premio por haberla hecho como manda la tradición", añadió.
La salsa amatriciana es una de las más tradicionales de Italia y se caracteriza por su mezcla de tomate, queso pecorino (queso de oveja) y guanciale o papapada curada de cerdo, que es un tipo de carne obtenida de la mejilla o papada del cerdo, se cura con sal y especias durante varias semanas y le da un sabor ahumado y una textura crujiente.
La salsa amatriciana tiene su origen en las colinas de Amatrice, una localidad en la región de Lazio. Según los investigadores gastronómicos, la receta apareció como una adaptación de la salsa "gricia o griscia", receta básica que utilizaba la papada de cerdo, aceite de oliva, pimienta negra y queso de oveja.
Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, los pastores de Amatrice empezaron a agregar tomate a esta mezcla para hacer una salsa más completa.
Los pastores solían llevar consigo ingredientes básicos, como trozos de queso, harina y papada de cerdo para cocinar a la intemperie. Incluso hacían la pasta en sartenes de hierro, que después envolvían en alambre para crear una forma tubular que facilitara la cocción y transporte.
Il Papalino se convirtió en un lugar tranquilo donde los cardenales y obispos suelen refugiarse, con salas reservadas para mayor privacidad.
La dueña mencionó que la primavera y el inicio del verano son las épocas más concurridas pero, actualmente, la atención se centra en el Cónclave que se avecina. "Estamos en un momento especial y hay mucha gente", señaló Ana María.
Con un ambiente vibrante y una rica tradición gastronómica, Il Papalino es un lugar emblemático en la vida del Vaticano, justo cuando la ciudad se prepara para recibir a los cardenales que participarán en la elección del nuevo Papa.
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Informe de Marcos Calligaris, enviado especial de Cadena 3 al Vaticano.