Los árboles que lloran en La Cañada
05/07/2021 | 17:55Redacción Cadena 3
La Cañada es una de las principales postales de Córdoba, que con seguridad no sería la misma sin las tipas que contornean su trazado. Esos enormes árboles que dan oxígeno y un toque característico a la ciudad, fueron plantados en julio de 1948, cuatro años después de inaugurarse la canalización del arroyo.
Hoy tienen más de 20 metros de altura, su tupido ramaje genera una especie de túnel en gran parte de La Cañada y los biólogos suelen considerarlo un pulmón verde de la ciudad.
Fue el agrónomo y paisajista Heraldo Nicolea quien, a pedido del Ministerio de Obras Públicas de la Provincia, comenzó a forestar los laterales del arroyo con más de 350 tipas traídas desde Tucumán. La duda al principio era si estas se iban a aclimatar, ya que se trata de una especie autóctona de las yungas del noroeste argentino, originaria de la selva de Bolivia, de Brasil, de Paraguay y de Uruguay. Pero no tuvieron inconvenientes de adaptación, más allá de que a veces 'lagrimean', particularidad que ocurre entre octubre y diciembre. En realidad, se trata de un proceso que se da cuando un insecto invade el árbol y provoca la caída de líquido: la 'chicharrita de la espuma' (Cephisus siccifoluis) pincha las hojas, bebe la savia y emana una espuma, que al acumularse cae desde las ramas al suelo. Otra particularidad de las tipas es que, al revés de otros árboles, pierde sus hojas en primavera y reverdece en invierno.
Además de La Cañada, hay ejemplares de tipas en la Ciudad Universitaria, el parque Sarmiento y la Costanera.





