“Coya” Chavero, sobre Atahualpa: “Fue un gran ejemplo”

"Los mejores recuerdos de mi infancia y mi adolescencia en el Cerro Colorado fueron saliendo a caballo los tres juntos para hacer las compras en el almacén o ir a los bailes en el bar Don Justo", recordó Roberto "Coya" Chavero en diálogo con Cadena 3 en un nuevo aniversario del fallecimiento de su padre, Atahualpa Yupanqui.

Dueño de un gran amor por los viajes y la curiosidad por conocer diferentes grupos de personas, "Coya" explicó que Atahualpa tuvo una infancia "marcada por las mudanzas cotidianas", ya que su padre era ferroviario.

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A los 19 años de edad, compuso su canción "Camino del Indio" y partir de allí emprendió un viaje a Jujuy, Bolivia y los Valles Calchaquíes. En 1949 buscó un aire nuevo en tierras europeas, donde logró el cobijo artístico de Edith Piaf y encontró el éxito internacional.

"Yo creo que fue un gran ejemplo. Nunca dejó de ser un criollo que interpretaba la música folclórica de nuestro país y esto fue lo que interesó en todo el mundo, su autenticidad", afirmó Chavero.

No necesitaba ningún maquillaje de ninguna naturaleza porque era él

En ese sentido, remarcó que además de ser un interprete de la guitarra "era un hombre preparado".

"Se dio tiempo para mucha lectura, frecuentar personalidades de la cultura del mundo. Entonces eso le dio un bagaje que le permitió alternar con criollos de todo el mundo como los jinetes en Marruecos o los gitanos en Hungría", agregó.

Ese entrecruzamiento de culturas le permitió ser una obra de referencia en distintos rincones del mundo e influir en una infinidad de artistas nacionales e internacionales.

Registró 325 canciones entre las que sobresalen “La alabanza”, “El arriero”, “Basta ya”, “Los ejes de mi carreta”, “Le tengo rabia al silencio”, “Piedra y camino”, “Viene clareando”, "Chacarera de las piedras", "La hermanita perdida", "Camino del indio", "Zamba del grillo", "Milonga del peón de campo", "Luna tucumana", "La añera", "La pobrecita", "La flecha", "El alazán", "Madre del monte", "A qué le llaman distancia" y "Milonga del solitario".

"Hay gente de todo el mundo que se interesa por sus pensamientos, por sus canciones, su música, su forma de tocar la guitarra. Realmente es muy llamativo, a veces me llegan versiones de muchachos de otro tipo de géneros y en su discografía incluyen una obra de Yupanqui", sostuvo.

Entonces "realmente sembró mucho y esa siembra germinó en muchos lugares", concluyó.

Entrevista de Juan Pablo Viola y Gaby Tessio.