Falleció Juan Manuel Abal Medina, figura clave del retorno de Perón a la política argentina
Fue secretario general del PJ y delegado de Perón. Hermano de un líder montonero asesinado. Figura clave en el retorno del general.
16/06/2025 | 18:14Redacción Cadena 3
Juan Manuel Abal Medina, quien perdió la vida a los 80 años, fue un actor político fundamental al lado de Juan Domingo Perón, el líder justicialista que regresó al país luego de 18 años de exilio, en un contexto de alta violencia en Argentina.
Como destacado representante del llamado “tercer peronismo”, Abal Medina se había formado desde joven en un ambiente de nacionalismo católico y fue presentado a Perón en 1971.
En 1972, a sus 27 años, asumió como secretario general del Partido Justicialista y delegado personal de Perón, ocupando el lugar de Héctor Cámpora, quien se convertiría en el candidato presidencial del Frente Justicialista de Liberación (Frejuli).
Como delegado, desempeñó un papel crucial en el “Operativo Retorno” que permitió a Perón volver a Argentina desde su exilio en España, a pesar de los problemas de salud y falta de reflejos políticos del líder. Este regreso se dio en un contexto argentino marcado por la violencia y los conflictos internos dentro del peronismo, que Abal Medina retrató en su libro autobiográfico “Conocer a Perón”, publicado en 2023.
Sin embargo, el retorno de Perón a un país que hablaba el lenguaje de la violencia política fue problemático. Abal Medina vivió en carne propia esta tragedia, especialmente tras el asesinato de su hermano, Fernando, en 1970, un miembro de Montoneros.
Fernando había sido parte de los fundadores del grupo, que ejecutó la “Operación Pindapoy”, que terminó con la vida del dictador militar Pedro Aramburu.
Abal Medina y su hermano formaron parte del círculo de intelectuales que incluyeron a Leopoldo Marechal, lo que contribuyó a su formación política. La militancia del padre en la Guardia Restauradora Nacionalista lo llevó a unirse a círculos más radicales dentro del peronismo.
Una vez en el peronismo, cultivó relaciones con tanto los militantes de izquierda, como con los sectores más tradicionales del movimiento, buscando siempre el equilibrio en un ambiente cada vez más violento, que culminó en la masacre de Ezeiza en 1973.
En su rol de confianza de Perón, fue responsable de organizar las listas del Frejuli, introduciendo figuras clave de la Juventud Peronista, a pesar de las tensiónes internas que surgieron a raíz del asesinato de Rucci. Este evento marcó un quiebre en la relación entre Perón y la juventud peronista.
La llegada de José López Rega y su evolución dentro del círculo de poder de Perón generó tensiones adicionales. Abal Medina fue testigo del incremento del control de López Rega sobre un Perón debilitado.
Con la muerte del general, Isabel se hizo con la presidencia y López Rega inició una persecución en contra de diversos sectores del peronismo, lo que colocó a Abal Medina en una situación muy comprometida, lo que llevó a su destitución como secretario general del PJ.
Después del golpe de Estado de 1976, se vio obligado a buscar asilo en la Embajada de México, donde se mantuvo hasta 1982, periodo en el que combinó labores profesionales con funciones en el Estado.
Abal Medina falleció por complicaciones de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Su vida estuvo marcada por sufrimientos personales y un compromiso inquebrantable con su ideología peronista, convirtiéndose en un testigo clave de una era convulsa en la política argentina.