Cuáles son las claves para el buen manejo del ACV
En Argentina, se registran 60 mil ACV anuales. Reconocer síntomas y actuar rápido son claves para la recuperación. La comunidad y el sistema de salud deben estar preparados para responder eficazmente.
24/07/2025 | 14:06Redacción Cadena 3
Se calculó que en Argentina ocurren alrededor de 60 mil accidentes cerebrovasculares (ACV) por año y esta dolencia es una de las principales causas de mortalidad y discapacidad adquirida en adultos, mientras que es tiempo-dependiente porque, cuando los signos se identifican a tiempo y la persona recibe la atención adecuada en forma inmediata, las posibilidades de recuperación aumentan significativamente.
Especialistas remarcaron la importancia de reconocer los síntomas, y también de contar con un sistema de respuesta ágil, que incluya una red de atención preparada para actuar con rapidez y eficacia: esto es, desde la atención telefónica del servicio de emergencias, el propio sistema de emergencias y el manejo dentro del centro de salud, que debe estar preparado para recibir a estos pacientes.
Si todos estos elementos de la cadena funcionan en forma articulada -desde que el paciente reconozca los síntomas y que el sistema responda en forma adecuada-, se favoreció que las personas reciban el tratamiento correspondiente lo antes posible. El ACV es considerado una urgencia médica y, como tal, fue fundamental actuar con velocidad para tener un mejor pronóstico.
“El ACV no avisa. Se manifiesta de manera súbita y cada minuto cuenta. Por eso es fundamental que la comunidad sepa qué hacer ante un potencial cuadro de ACV y que los sistemas de salud estén organizados para dar una respuesta coordinada y veloz”, señaló la Dra. Virginia Pujol Lereis, médica neuróloga y subjefa del Servicio de Neurología Vascular de FLENI.
Los ACV pueden ser isquémicos, cuando una arteria cerebral se obstruye, o hemorrágicos, cuando se rompe un vaso sanguíneo. En ambos casos, la urgencia fue la misma: la atención médica debe iniciarse lo antes posible. En el caso del ACV isquémico, existe una “ventana terapéutica” para recibir el tratamiento que ayuda a desobstruir la arteria cerebral, lo que permitió mejorar el pronóstico y evitar las secuelas.
Entre los síntomas más frecuentes del ACV se encontraron la pérdida repentina de fuerza o sensibilidad en el rostro, brazo o pierna (especialmente de un solo lado del cuerpo), dificultad para hablar o entender, alteraciones visuales, problemas para caminar, pérdida del equilibrio y dolor de cabeza súbito e intenso sin causa aparente.
“No hay que subestimar estas señales. Muchas veces las personas pensaron que era algo pasajero, que se les iba a pasar, y demoraron la consulta. Esa espera pudo traducirse en secuelas irreversibles o incluso en la muerte. La indicación siempre debió ser la misma: llamar de inmediato al sistema de emergencias”, sumó el Dr. Pablo Ioli, presidente de la Sociedad Neurológica Argentina.
Además del reconocimiento temprano de los síntomas por parte de la población, los especialistas hicieron hincapié en la necesidad de trabajar con una red de atención estructurada. Esto implicó contar con ambulancias entrenadas para identificar rápidamente un posible ACV, brindar los primeros cuidados y trasladar al paciente al centro adecuado, donde lo espere un equipo preparado con el equipamiento necesario.
“No todos los hospitales estuvieron en condiciones de brindar atención integral ante un ACV. Por eso fue fundamental que el traslado se hiciera al lugar correcto desde el primer momento. Esto requirió coordinación, comunicación fluida entre los equipos y la implementación de protocolos validados internacionalmente”, detalló el Dr. Ioli.
Los centros especializados debieron contar con personal capacitado las 24 horas, estudios de imágenes cerebrales -por ejemplo, tomografía computada-, terapia intensiva y quirófano. La disponibilidad de estos recursos y la rapidez con que se actuó pudieron marcar una diferencia enorme en el pronóstico del paciente.
Por último, la Dra. Pujol Lereis subrayó la importancia de la prevención: “En muchos casos, el ACV fue evitable. Hay factores de riesgo modificables como la hipertensión, la diabetes, el tabaquismo, el colesterol elevado y el sedentarismo, que predisponen a desarrollarlo. Controlarlos redujo las posibilidades de tener un evento cerebrovascular. La prevención empezó con hábitos saludables y con chequeos médicos periódicos”.
Informarse, actuar con rapidez y fortalecer las redes de atención fueron hoy las herramientas más poderosas para enfrentar el ACV, mientras que estar preparados pudo marcar la diferencia entre una vida plena o una marcada por la discapacidad.
Lectura rápida
¿Qué es el ACV? Es una dolencia que causa daño cerebral, puede ser isquémico o hemorrágico.
¿Quiénes son los especialistas mencionados? La Dra. Virginia Pujol Lereis y el Dr. Pablo Ioli.
¿Cuándo ocurre un ACV en Argentina? Se calculó que ocurren alrededor de 60 mil ACV por año.
¿Dónde se debe trasladar al paciente? A un centro de salud preparado, donde cuenten con equipamiento adecuado.
¿Cómo se puede prevenir el ACV? Controlando factores de riesgo como la hipertensión y el tabaquismo.
[Fuente: Noticias Argentinas]




