Así como hay gente rápida para captar qué vientos están soplando y cómo pararse para conservar la estabilidad, otros viven ignorando toda clase de señales y cuando se detienen para prestarle atención, ya es tarde. Cualquiera sea el futuro de Luana Volnovich en el gabinete nacional y en la estructura de La Cámpora, difícilmente vaya a olvidar las vacaciones de 2022.
Y no tanto porque eligió un paraíso caribeño, sino porque le cayeron encima desde el oficialismo y la oposición como si en lugar de disfrutar de 15 días de descanso, se las hubiera ingeniado para librar una desigual batalla contra el resto del mundo. El principal error de la titular del Pami -y tal vez también el único- fue desoír la recomendación del presidente de la Nación y líder de su espacio político, que le pidió a funcionarios de cierta jerarquía que este verano permanecieran en el país.
Con las dificultades para mantener las reservas , el cepo y cada una de las medidas orientadas a dificultar el acceso a los verdes, es natural que los que tienen responsabilidad de gobierno sean capaces, al menos, de postergar su visita a otro país. Además, si Volnovich, ( también Gustavo Ferraresi, aunque a él casi no lo criticaron), hubieran prestado atención a un par de casos anteriores, sabrían que este no era el momento para usar el pasaporte.
Es que estaba fresco en la memoria de los argentinos el escándalo por el viaje a Disney de Graciela Brouwer de Koning, la diputada de Cambiemos a la que responsabilizaron de la derrota de su bloque cuando el congreso trató la elevación del mínimo no imponible de Bienes Personales.
Para equilibrar las cargas, el periodismo salió a buscar a algún representante de otro espacio político que hubiera incurrido en un desliz similar y el elegido fue el santafesino Luis Rubeo, a quien el gobernador Omar Perotti necesitaba en su provincia para que le ayudara a aprobar el presupuesto, pero tomó la resolución de terminar el año en las Maldivas.
Para colmo de males este legislador se marchó junto a su pareja, bastante más joven que él, que los mostró a ambos tomando sol en una foto que subió a sus redes. Más o menos una semana duró el estrépito generado por esas vacaciones. Había una sola foto de Rubeo pero cientos de imágenes soñadas y montones de videos de Las Maldivas.
Justo cuando la prensa sacó los ojos de la actividad parlamentaria, a la espera de las extraordinarias trascendió la sugerencia de Alberto Fernández a su gabinete: quédense acá, traten de no tomar vacaciones fuera del país.
Si por lo menos le hubieran avisado que no pensaban hacerle caso, podría haber ensayado alguna explicación; pero no, al parecer se enteró por los diarios que la responsable máxima de la obra social de los jubilados se encontraba en Holbox, cerca de Cancún, pero en una zona más exclusiva.
Desde entonces el descrédito acecha a Luana Volnovich. Un compañero de militancia y ex funcionario de Seguridad, Eduardo Villalba, le pidió la renuncia. Graciela Ocaña, una de las dirigentes más veloces del país para la formulación de denuncias mediáticas, acusó a la funcionaria de incumplimiento de las funciones. Seguramente resultará inconducente pero para cuando la desestimen ya habrá desfilado por todos los canales de noticias exigiendo honestidad y transparencia.
Las investigaciones sobre el viaje de Volnovich incluyeron el estado de su declaración jurada según la cual disponía sólo de una reserva de 1000 dólares , insuficiente para salir del país. Además hasta se permitieron sugerirle destinos más afines (sic) a su ideología como Cuba, precisamente el país elegido por Gustavo Ferraresi, el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat.
Volnovich, que ya está de regreso y lista para defender su cargo, estuvo en Holbox junto a su pareja, Martín Rodríguez, el número 2 del Pami .Ese detalle contribuyó a agrandar el problema porque cada dificultad que hubo en los pasados 15 días fue atribuida a la virtual acefalía del organismo.
De los cientos de errores que casi siempre cometen los administradores ocasionales de la obra social de los jubilados , hasta ahora lo más serio que le han atribuido a la actual son sus vacaciones .No importa que las haya pagado honestamente ni que la ley la autorice a disfrutar de un período de descanso , lo único trascendente de ahora en más será contrastar las penurias de los jubilados y el esplendor del Caribe. Ya pudimos ver la pasada semana a una señora doblada de dolor en su cama, a la hija denunciando que no llegaba la ambulancia y al zócalo del canal informando “Volnovich sigue en Holbox”.
