La payadora perseguida no puede parar de mentir
19/05/2023 | 11:23Redacción Cadena 3
Cristina Fernández se dignó ayer a responder a preguntas de otro ser humano. Fue entrevistada por un periodista muy cercano a las posiciones K. Y, como viene siendo común en sus últimas apariciones, la vicepresidenta volvió a violentar la realidad con afirmaciones que, en el barrio, son llamadas lisa y llanamente “mentiras”.
Nos detenemos en una, en particular. Fue cuando Cristina se refirió al fallo en su contra de 6 años de prisión por fraude en la causa Vialidad y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. Fue ahí que Cristina se definió como alguien que está "en libertad condicional, técnicamente".
Pues no. No está en libertad condicional. Mucho menos “técnicamente”. Según la técnica legal, sólo puede estar en libertad condicional quien se encuentre cumpliendo la última parte de su condena. Y Cristina Fernández no está cumpliendo ninguna condena. Por empezar, porque su condena no está firme. Y porque tiene dos instancias todavía en las que los tribunales pueden declararla inocente, sobreseerla, cuestionar la validez del procedimiento, reducir su pena, etc.
Incluso si su condena quedara firme y la sentenciaran a 6 años, Cristina podría recibir el beneficio de la condicional recién después de que se le computaran 4 años de cumplimiento efectivo en la prisión, con buen comportamiento y una evaluación positiva de los jueces.
Se ve que la abogada exitosa no sabe que, además, si ella estuviera en libertad condicional tendría que cumplir una serie de requisitos, como comparecer periódicamente ante la Justicia y otras condiciones que se les suelen imponer a los reos. Nada de esto sucede con Cristina, que puede hacer lo que se le canta, incluso postularse a la Presidencia.
Se trata, simplemente de otra mentira de la payadora perseguida. Es una mentira prima hermana de otra, la falsedad de que ella está proscripta, impedida de participar en las elecciones. El kirchnerismo no para nunca de amamantar el relato, que sigue creciendo, fuerte y rechoncho, para ocultar la verdad: Cristina Fernández no se presenta a las elecciones porque no se banca una derrota definitiva y cruel que la despojaría de los últimos vestigios de poder que tiene sobre un peronismo secuestrado y un Estado colonizado en los últimos 20 años por sus militantes a sueldo.




