Instituto, a dos pasos de la gloria
Después de 18 años, "La Gloria" vuelve a jugar una final para ascender a Primera División.
12/11/2022 | 15:01Redacción Cadena 3
Después de 18 años, Instituto vuelve a jugar una final para ascender a Primera División. Estudiantes de Caseros es el último escalón para un plantel que demostró estar a la altura de las circunstancias y encendió la ilusión de los hinchas como hacía tiempo no pasaba.
La última vez que el pueblo albirrojo vivió esa ansiedad tan particular previa a las finales fue en el 2004. La película contra Almagro terminó con un final soñado: todavía hay hinchas que siguen gritando aquel gol de oro del Tano Riggio cada vez que lo escuchan por la radio.
Curiosamente, los dos ascensos de Instituto fueron un 19 de junio. Antes del 2004, el primero había sido en 1999. La vuelta olímpica contra Chacarita terminó en la cancha de River, pero empezó siete días antes con un lapidario 3 a 0 en el viejo Chateau.
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Parece mentira, pero Instituto lleva 16 años sin jugar en la máxima categoría. Es mucho, demasiado, para un club que desde 1979 hasta 1990 estuvo más de una década en Primera. Además, hacía rato que la Gloria no peleaba por una chance concreta de subir.
En el 2015, el equipo que dirigía el Chulo Rivoira llegó hasta semifinales del Reducido, pero se encontró con Patronato que lo dejó afuera y después terminaría ascendiendo. Desde entonces, hasta el 2022, las campañas de Instituto fueron flojas: incluso perdió más de lo que ganó.
Hay que ir 11 años atrás para encontrar el último Instituto que ilusionó a los hinchas. En la B Nacional más difícil de la historia, el recordado equipo de Franco y Dybala peleó contra River, Quilmes y Central. Estuvo cerca, pero Ferro primero y San Lorenzo después, lo dejaron sin nada.
Después de un 2021 caótico, que incluyó la renuncia del presidente Castoldi y la asunción de Cavagliatto, más el experimento fallido con Caranta y la elección de Vázquez que no alcanzó, la vuelta de página llegaría de la mano de Lucas Bovaglio.
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Antes que el técnico, la dirigencia de Instituto había elegido a otro hombre clave: Federico Bessone, ex jugador del club y mánager de Belgrano. Bessone llegó a Alta Córdoba para empezar un trabajo desde cero que tuvo muchos más aciertos que errores.
Entre Bessone y Bovaglio armaron un plantel con pretensiones. Contrataron 18 refuerzos en total y el balance es contundente: 10 rindieron según las expectativas. Alcanza con mencionar a Corda, Cerato, Rodríguez, Graciani, Alarcón, Parnisari, Bochi, entre otros.
La campaña de Instituto empezó con 10 partidos sin perder, 5 triunfos y 5 empates. Desde ese momento, el equipo de Bovaglio nunca bajó del 5° puesto y en las últimas 15 fechas se mantuvo entre los tres primeros peleando con Belgrano y San Martín de Tucumán.
Uno de los momentos claves del año para Instituto fue haber absorbido el golpe de perder el clásico en Alberdi. La recuperación llegó de la mano de 5 triunfos en 7 fechas, incluyendo goleadas contra Gimnasia de Jujuy y Flandria y actuaciones contundentes contra Temperley y Deportivo Madryn.
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Por haber sido el mejor de los clasificados al Reducido, los de Bovaglio entraron directamente en semifinales y después de un descanso de 20 días, barrieron sin dejar dudas a Defensores de Belgrano, llegando a 23 partidos sin perder en el Monumental de Alta Córdoba.
La hora de la verdad llegó para el pueblo glorioso. El equipo tiene argumentos futbolísticos y los hinchas un lindo guiño del calendario: otra vez las finales se juegan los días 12 y 19, como en el 99 y como en el 2004. Todos sueñan con lo mismo: que Instituto vuelva a Primera.




