Andrés Malamud: “Milei es un rockstar, pero Argentina sigue siendo paria”
El politólogo dijo a Cadena 3 que el Presidente vuelve de sus giras por EE.UU. con tuits de apoyo, pero sin dólares. Consideró que el líder libertario puede hacer reformas sin leyes: “Sólo debe pagar menos”.
28/07/2025 | 20:57Redacción Cadena 3
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La Argentina Hoy
¿Cómo evalúa la ruptura interna en las dos principales fuerzas políticas argentinas, el kirchnerismo y La Libertad Avanza, de cara a las elecciones del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires?
No esperaba una fractura tan pronunciada. En el kirchnerismo, era evidente que Axel Kicillof buscaba autonomizarse de Cristina Kirchner para evitar el destino de Alberto Fernández. En La Libertad Avanza, anticipaba un acuerdo que equilibrara las tensiones entre los sectores liderados por Karina Milei y Santiago Caputo. Sin embargo, no solo hubo una imposición de un sector sobre otro, sino que se expresó con insultos públicos en redes sociales, evidenciando un quiebre afectivo. Aunque los desplazados no abandonan el espacio y permanecen leales a Milei, gobernar en hiperminoría con un partido en formación y fracturado es un desafío enorme.
En la provincia de Buenos Aires, se enfrentan dos oficialismos que atacan los puntos débiles del otro: la inseguridad y el costo de vida. ¿Cómo ve este escenario?
Es un enfrentamiento entre acusadores, donde ambos bandos señalan fallos del otro sin destacar propuestas positivas. La Libertad Avanza intentará capitalizar la reducción de la inflación, pero en la provincia el costo de vida pesa más que el beneficio de una inflación más baja, según las encuestas. La gente, satisfecha con ese logro, ahora prioriza otras preocupaciones.
Karina Milei ha pedido lealtad absoluta al presidente, comparada con la verticalidad que Isabel Perón exigió tras la muerte de Perón. ¿Es esta una contradicción con el discurso libertario?
Totalmente. Karina Milei exige lealtad incondicional, replicando una lógica de sumisión política más propia del peronismo histórico que del liberalismo. Además, la salida de Demian Riedel, quien asumió en Nucleoeléctrica invocando "soberanía energética" y "política de Estado", refleja un discurso estatista y clientelista, opuesto al ideario libertario de mercado e individuo. Estas declaraciones, junto con designaciones basadas en lazos personales, contradicen los principios que Milei defendió inicialmente.
Milei se presentó como un liberal disruptivo, pero sus acciones, como apoyar a Trump o valorizar el peso, parecen contradecir ese liberalismo. ¿Cómo define ideológicamente a La Libertad Avanza?
Es difícil precisar una definición ideológica clara. Milei prometió un liberalismo radical, pero sus políticas muestran contradicciones: apoyar a un mercantilista como Trump, que impone aranceles antiliberales, o fortalecer el Banco Central, al que antes criticaba duramente. La dolarización, una de sus banderas, no se concretó por falta de dólares. Su gran logro es haber bajado la inflación, pero eso no basta para sostener un proyecto político a largo plazo, especialmente con escándalos, nepotismo y políticas que evocan prácticas tradicionales.
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El analista de Cadena 3 consideró que el sistema político del país “se ordenará en función de la economía”. Al respecto, destacó que “la demanda de estabilización que hizo la sociedad es algo nuevo”.
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¿Cree que la baja de la inflación será suficiente para que Milei gane elecciones futuras?
Bajar la inflación es una condición necesaria, pero no suficiente. Los votantes reconocen este logro, pero rápidamente pasan a demandar soluciones a otros problemas. Como ocurrió con Alfonsín y la democracia, una vez alcanzado el objetivo principal, el electorado busca nuevas respuestas. Milei debe secuenciar objetivos claros, pero no está claro cuál es el próximo.
¿Por qué Milei se involucra tanto en la pelea por la provincia de Buenos Aires si no la necesita para ganar a nivel nacional?
Es un error estratégico. Milei no necesita la provincia para ganar elecciones nacionales, como demostró al llegar a la presidencia pese a quedar tercero en Buenos Aires. Su base está en el interior productivo, como Santa Fe, Córdoba o Mendoza. Pelear por la provincia lo expone a asumir responsabilidades por problemas que podría dejar en manos de Kicillof, como la inseguridad, mientras se limita a destacar su éxito con la inflación.
En el kirchnerismo, Kicillof cuestiona el liderazgo de Cristina Kirchner, y Sergio Massa busca posicionarse como alternativa. ¿Cómo impacta esta interna en el peronismo?
El kirchnerismo se ha vuelto una fuerza conservadora, anclada en el conurbano bonaerense, lo que le resta la flexibilidad histórica del peronismo. Cristina fijó al peronismo en una izquierda que no se adapta a los tiempos actuales, más inclinados a la derecha. Esto limita la renovación del peronismo a nivel nacional, dejando a los gobernadores provinciales girando en sus propios feudos. Kicillof, aunque honesto, carece de la experiencia y la voluntad para liderar una renovación nacional, y su gestión en Buenos Aires no le da credenciales suficientes.
¿Por qué el éxito de Milei parece beneficiar más a su figura que al país?
Milei es un "rockstar" internacional, pero Argentina sigue siendo un paria en términos de inversión. Su carisma y la baja de la inflación son logros personales, pero no se traducen en beneficios estructurales para el país. Las inversiones masivas que Argentina necesita no llegan; Milei regresa de sus viajes con apoyos en redes, no con dólares.
Desde su perspectiva en Europa, ¿cómo se compara el fenómeno de Milei con otros líderes globales?
Milei es parte de un fenómeno global de líderes que capitalizan el resentimiento social, especialmente de varones jóvenes que se sienten excluidos por cambios culturales como el feminismo o la corrección política. Este grupo, que en Argentina incluye desde sectores populares hasta clases altas, impulsa a figuras como Trump, Bolsonaro o los líderes del Brexit. Son movimientos construidos desde las redes sociales, que movilizan a través del enojo contra el sistema, como describió Giuliano Da Empoli en Los ingenieros del caos.
¿Qué relación ve entre Milei y los nacionalismos europeos, como Le Pen u Orban?
Aunque Milei se siente cómodo con estos movimientos y es apoyado por ellos, no es un nacionalista puro. Su discurso anarcocapitalista y su admiración por Thatcher lo acercan más al neoliberalismo que al nacionalismo de Le Pen o Villarruel, quien representa un discurso más patriótico. Sin embargo, Milei adopta elementos de esta "familia" nacionalista, porque le ofrece un espacio político.
Algunos empresarios expresan preocupación por los insultos de Milei a sectores como el peronismo, economistas o periodistas. ¿Es una inquietud válida?
Sí, es una preocupación tanto moral como instrumental. Los insultos destruyen la confianza, que es la base del mercado y la gobernabilidad. Sin confianza, los contratos no se cumplen, y el sistema político y económico se debilita. Esto no solo afecta la moral de la sociedad, sino que puede derivar en fracasos económicos al erosionar la cohesión necesaria para el funcionamiento del país.
¿Qué pasaría si Milei enfrenta un contratiempo económico que requiera apoyo más allá de sus fuerzas?
Milei necesitará consensos para reformas clave como la laboral, impositiva o previsional, que requieren mayorías en el Congreso que no tiene. Su estrategia de romper con el "consenso tóxico" argentino es válida, pero después de romper debe construir. Si sigue maltratando a potenciales aliados, no podrá formar las coaliciones necesarias. Un gobierno anarcocapitalista podría intentar reformas por decreto, como reducir impuestos o desregular el trabajo, pero no hay precedentes de que esto funcione sin un marco legal sólido.
¿Qué pasó con los partidos no peronistas ni libertarios, como el radicalismo o el PRO?
Estos partidos están fragmentados y recluidos en lo provincial. El radicalismo tiene gobernadores, pero cada uno opera con estrategias propias, sin coordinación nacional. Lo mismo ocurre con el peronismo fuera del kirchnerismo. La abstención electoral, como se vio en Rosario, refleja un hartazgo ciudadano y un mensaje de desinterés. Los partidos tradicionales no logran articular una alternativa nacional, y la gente se refugia en lo privado.
¿Recomienda algún libro que ayude a entender el contexto político actual?
Recomiendo "Equipo de rivales", de Doris Kearns Goodwin, sobre cómo Abraham Lincoln integró a sus rivales políticos en su gobierno para liderar en tiempos de crisis. Es un ejemplo de liderazgo que articula diferencias, algo que en Argentina no se aplica. Aquí se busca un nuevo manual, pero no parece tan efectivo como el de Lincoln.
Entrevista de Sergio Suppo.
Lectura rápida
¿Qué evalúa la ruptura interna en las fuerzas políticas argentinas? Se observa una fractura en el kirchnerismo y La Libertad Avanza, con tensiones visibles entre sus líderes.
¿Qué puntos débiles atacan los oficialismos en Buenos Aires? Ambos oficialismos señalan fallos del otro en inseguridad y costo de vida, sin propuestas positivas destacadas.
¿Qué contradicción se menciona sobre Milei? Se critica su exigencia de lealtad absoluta, que se asemeja más al peronismo que al liberalismo.
¿Por qué Milei se involucra en Buenos Aires? Es considerado un error estratégico, ya que no necesita la provincia para ganar a nivel nacional.
¿Qué pasa con los partidos no peronistas? Están fragmentados y sin coordinación, lo que refleja un desinterés ciudadano hacia las elecciones.




