Jake Paul, el "chico problema" de YouTube que llegó para cambiar el boxeo
El youtuber de Ohio, convertido en boxeador, es una celebridad en redes sociales, actor y cantante. Cuando todos pensaban que su participación en el ring era efímera, él busca demostrar que puede ser campeón del mundo.
14/12/2025 | 07:07Redacción Cadena 3
FOTO: Jake Paul enfrentará a Anthony Joshua
Jake Joseph Paul había logrado la atención de todo Estados Unidos y gran parte del mundo. Con millones de seguidores en redes, tenía una carrera actoral en Disney Channel y como cantante grabó algunos hits. Ya tenía la fama que quería y había ganado el dinero suficiente para una vida de lujos.
A los 18 años compró una casa de 7 millones de dólares. Logró en plena adolescencia el sueño americano, pero le faltaba calmar su animal interior.
El influencer devenido en actor juvenil tenía millones de seguidores en redes sociales y otros tantos millones seguían su canal de YouTube. Con 20 años, era una estrella y los millones que ganó también llegaron con excesos.
Denuncias, un allanamiento del FBI y también millones de “haters” u “odiadores” llevaron a la joven estrella al borde de la autodestrucción.
Fue así como, en su peor momento, otro influencer, KSI, de Reino Unido, lo desafió para pelear en un ring y Paul, amante del peligro, debutó como boxeador amateur ante nada más y nada menos que 25 mil personas.
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Todos lo abucheaban y, en el primer asalto, lo golpearon y lo hicieron sangrar. Ese fue el momento que Jake Paul descubrió de qué estaba hecho. A los 21 años debutó en un ring como boxeador profesional y sintió que volvía a ser el mismo.
La mala relación con su padre, los celos y diferencias con su hermano mayor y toda la furia que buscaba calmar en desmanes y drogas los canalizó con los guantes puestos. Nacía un nuevo Jake Paul: el peleador.
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El mundo del boxeo lo tomó como una broma, pero Jake Paul llevó ese mismo mundo al frente de la taquilla de nuevo.
Le trajo a un deporte en decadencia miles de millones de ingresos y muchos nuevos seguidores y fanáticos. Nadie lo quiere al youtuber, pero todos lo necesitan para facturar.
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Jake Paul se mudó para entrenar en Puerto Rico: buscaba concentrarse y lograr su equilibrio. Se alejó de las publicaciones banales y de hacer virales en redes. Entrenó como un profesional lo necesita. Estaba rodeado de entrenadores y especialistas que lo pulieron en poco tiempo tanto en técnica como en estado físico.
A los tres años de practicar el deporte, comenzó a desafiar a atletas cada vez más experimentados. En esa lista estuvieron Nate Robinson, estrella de la NBA que fue noqueado, Askren, Woodley, Anderon y Silva, reconocidos referentes de la MMA y la UFC.
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Hasta que llegó Thomas Fury, hermano de Tyson Fury, boxeador profesional con legado de grandes boxeadores. Ese día, Jake Paul perdió. Hizo un buen papel, pero entendió que debía preparase más todavía, que el boxeo no es un juego y que, si no entrenaba al límite, podía salir lastimado.
Así fue como “El Chico Problema de Disney” comenzó a usar su conocimiento en redes para provocar a estrellas de la UFC y del boxeo de manera pública. Los exasperaba hasta lograr lo que quería: que subieran al ring bajo las luces del mundo de Jake Paul. No solo los exponía: en varias ocasiones, los noqueó.
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Las grandes plataformas incorporaron a Jake Paul en su programación y promoción central, hicieron documentales, especiales y transmisiones en vivo de sus peleas.
Y llegó nada menos que Mike Tyson, con una convocatoria de 50 mil espectadores en Las Vegas, en una velada con presencias preliminares de lujo, como la peleadora Amanda Serrano, que llevaron a millones de visualizaciones en todo el planeta.
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No se quedó conforme y siguió con el campeón del Bare Knuckle Championship, el "rey de la violencia", Mike Perry, para llegar a su último combate frente a Julio Cesar Chávez Junior, ex campeón mundial que en Argentina todos recuerdan por su épica pelea con Sergio “Maravilla” Martínez.
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El viernes 19 de diciembre se podrá ver en una de las principales plataformas su pelea frente a Anthony Joshua, dos veces campeón mundial de peso pesado de la IBF, supercampeón de la WBA, campeón de la IBO y campeón de la WBO, y que viene de perder en septiembre pasado con Daniel Dubois por el título mundial de la IBF de los pesados.
Esta contienda se pautó ante la baja de Gervonta Davis, otro múltiple campeón del mundo. La velada ante Joshua será ante la mirada de 185 países y millones de espectadores a través de la plataforma mundial Netflix.
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Jake Paul quiere ser campeón del mundo. Muchos todavía piensan que es una mentira; otros, que es solo un aprendiz. El tiempo dirá hasta dónde llega su recorrido en el box.
Jake Paul solo busca calmar su monstruo interior, mientras supera todos los desafíos que se impone y busca demostrar al mundo que el “youtuber” va en serio, y que quiere cambiar el boxeo para devolverlo a las primeras planas.
Informe de Martín Bonansea
