Un equipo con buena leche
Un grupo de trabajadores rurales de un tambo bonaerense conformó un equipo para disputar la liga local. Garra, perseverancia y espíritu de un sentimiento que no afloja.
02/01/2023 | 09:08Redacción Cadena 3
En la zona rural de Hortensia, el último pueblo al sur del partido de Carlos Casares, un grupo de trabajadores de un tambo quiso apostar al deporte, y se inscribieron para disputar la liga local.
"Ellos se inscribieron, compramos las camisetas y los botines, y se sumaron todos: hasta el encargado y su señora como utileros y técnicos", le cuenta a EL CAMPO HOY Andrea Passerini, la titular del Establecimiento.
Andrea explica que los jugadores no están todos directamente vinculados al tambo, aunque sí de forma indirecta.
"Además de tambo hacemos ganadería, toda la cadena de los machos Holando; además de laboreos; los rollos; las desmalezadas, actividades que en definitiva son satélites del tambo. Entonces, cuando llama al contratista es agricultura, pero apuntando a la producción de leche".
Según Passerini, el tambo no es solo ordeñar y sacar la leche, sino que genera un montón de actividades en el pueblo: el electricista, el mecánico, etc. "Siempre hay algo que se rompe, hay una cantidad de empleo indirecto o directo, que demuestra que el tambo es una fábrica".
A manera de autocrítica, confiesa que desde adentro de la tranquera no han tenido éxito en que esto se entienda, ni siquiera los funcionarios. "En la medida que uno puede mostrar que un equipo de fútbol es producto de una empresa que ordeña y produce leche, y a partir de ahí contar todo esto".
Según manifestó, no queda claro el motor de generar trabajo que es un tambo. Y aludiendo al mundial, sostiene que
detrás de los 11 hay un montón de gente que hace que después se puedan ver los resultados.
Tambero y capitán
Juan Roldán es el tambero y a su vez, el capitán del equipo. Y cuenta que son un grupo de personas que 9 años atrás armaron una canchita en el establecimiento, y que "cuando se podía armábamos un partido de noche, aprovechando que la cancha tiene reflectores, y después nos comíamos un asadito. Y como los chicos andaban con ganas de jugar un partido acá en la zona, entonces nos anotamos y fuimos a participar con un rejunte de chicos, todos del campo".
Juan recuerda con entusiasmo que el primer partido "anduvimos bastante bien: jugamos con el último campeón de la liga y le sacamos un empate, pero cuando te empiezan a faltar jugadores por tema de laburo, se complica. Algunos de ellos están trabajando con la siembra y la cosecha, y algunos nos fallaron por eso mismo, no pudieron venir", lamenta.
Buena leche
Volviendo al tema de fondo, Passerini aprovecha el deporte para canalizar un mensaje de fondo: los lácteos hacen bien a la salud. "Es importante destacar los beneficios que proporcionan a la salud los lácteos. Lo que llaman leche de almendras es ilegal y está mal denominado. Leche es lo que sale de una glándula mamaria. Eso es jugo de almendras. Entonces en el desafío tambero salimos a decir que leche es lo que define el código alimentario: leche de vaca".
Y enfatiza en que en este mundo donde las palabras están tan manoseadas, "hay que reinvindicar la leche y todo lo que está detrás: nuestra gente, nuestras fábricas en donde interactúa el animal con la tecnología. Nuestro tambero aprendió por caso, este año a manejar el sotfware de los collares inteligentes, las puertas apartadoras".
Según ella, ayuda a combinar el esfuerzo, la disciplina y el aprendizaje, "todo eso hace que vayas a una góndola y veas lácteos de calidad. Esta es una hermosa metáfora de poder contar las cosas desde otro lugar. Mi sueño es juntar a todo el empleo directo e indirecto para poder verlo desde arriba. Toda la gente que tiene trabajo porque haya tambos que todavía siguen ordeñando. Arraigo y federalismo pasan por acá".
La lechería, para atrás
Por último, explicó que el estado de quebranto es transversal a todas las cuencas. "Todos pierden plata, pero sobre todo el 70 % que producen menos de 4.000 litros por día, que están contra las cuerdas. Los tamberos estamos absorbiendo las pérdidas por la sequía y el dólar soja 1 y 2 que duplicaron los costos de alimentación. La situación es crítica, y se lo transmitimos al ministro de desarrollo agrario. Los créditos que ofrecen no alcanzan ni para comprar unos kilos de balanceado. Uno lamenta que el funcionario en general no conoce lo que sale darle de comer a una vaca. El secretario de Agricultura de la Nación es tambero y eso me da vergüenza. Se van a caer cientos de tambos", advirtió con amargura.





