Quién es Marcelo Porcel, el empresario investigado por presunto abuso a menores

Marcelo Porcel, un empresario con trayectoria en los sectores inmobiliario y agropecuario, quedó en el centro de una causa judicial de extrema gravedad que investiga presuntos abusos a adolescentes, compañeros de colegio de su propio hijo, alumnos del Colegio Palermo Chico. El expediente reúne al menos diez denuncias y avanza bajo secreto de sumario, mientras el abogado de las familias damnificadas solicitó su detención.

La causa se inició el 5 de julio de 2024 y tramita en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°50, a cargo del juez Carlos Manuel Bruniard, con intervención del fiscal Pablo Turano. Según las presentaciones judiciales, los hechos denunciados habrían ocurrido en reuniones realizadas tanto en el domicilio familiar de Porcel, en el barrio porteño de Palermo, como en un departamento vacío de su madre en la Torre Le Parc de Puerto Madero y en oficinas vinculadas a su actividad comercial.

De acuerdo con los testimonios incorporados al expediente, los adolescentes habrían sido incitados a consumir alcohol y a realizar apuestas online. Entre las pruebas más relevantes figura el peritaje del teléfono celular del acusado, en el que se habrían encontrado imágenes de amigos de su hijo desnudos y mensajes que, según la acusación, refuerzan las denuncias.

Porcel tiene 51 años y es hijo de Néstor Porcel, uno de los fundadores de Argencard, una de las primeras tarjetas de crédito del país. La firma fue pionera en el mercado de medios de pago antes del desembarco de Visa y Mastercard en la Argentina y protagonizó importantes operaciones empresarias durante las décadas siguientes, incluyendo su venta parcial al Exxel Group en los años 90 y, más tarde, a First International Data.

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El empresario investigado se formó en Project Management en la Universidad de Belgrano y cursó estudios en administración y gestión de empresas en el Instituto de Tecnología de Florida, en Estados Unidos. En el plano inmobiliario, encabezó proyectos comerciales de alto perfil, como la renovación del antiguo Buenos Aires Design, reconvertido en OH! Buenos Aires, y el desarrollo de OH! Design District en Nordelta. Ambas iniciativas llevaron el sello del Grupo Hatzlaja, una sociedad con capitales uruguayos y panameños.

En entrevistas previas a la causa, Porcel había destacado el carácter “disruptivo” de estos emprendimientos, con inversiones multimillonarias y una impronta inspirada en centros comerciales internacionales. Sin embargo, en su perfil profesional se presenta principalmente como presidente de Campazu S.A., una empresa dedicada desde hace más de dos décadas a la actividad agrícola-ganadera, con producción de leche bovina y bubalina, cría de ganado, cultivo de cereales y servicios inmobiliarios rurales.

En el plano judicial, la investigación avanzó con el secuestro de computadoras y teléfonos celulares, además de entrevistas a los menores en Cámara Gesell. Como medida cautelar, la Justicia dispuso restricciones que prohíben a Porcel acercarse a menos de 300 metros de las presuntas víctimas, lo que le impide asistir al Colegio Palermo Chico y al club GEBA, donde los jóvenes realizan actividades deportivas.

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Según consta en el expediente, los hechos denunciados habrían ocurrido entre dos y tres años atrás y salieron a la luz cuando las familias comenzaron a limitar la participación de sus hijos en encuentros organizados por el empresario. La semana pasada, el fiscal Turano solicitó la indagatoria de Porcel, aunque la aparición de un nuevo denunciante obligó a devolver el expediente a la fiscalía para completar el procedimiento previo a la citación formal.

Mientras la causa continúa su curso, el caso genera un fuerte impacto tanto en el ámbito educativo como en el empresarial, y mantiene en alerta a las familias involucradas, que reclaman avances rápidos y medidas de protección para los menores.

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