El equipo balcánico, en el olimpo del fútbol por primera vez

Tras el resonante triunfo 2-1 sobre Inglaterra en semifinales, Croacia jugará por primera vez en su corta historia la final de una Copa del Mundo.

El gol de Mario Mandzukic en el alargue fue el grito más importante del país balcánico, cuya mejor actuación hasta el momento había sido el tercer puesto en el Mundial de Francia 1998, en su estreno en la cita mundialista como nación independiente.

En dicho certamen, compartió el Grupo H con Argentina, Jamaica y Japón. Terminó segundo, detrás del combinado albiceleste, con quien perdió 1-0, con gol de Mauricio Pineda. Luego, el elenco de la camiseta a cuadros dejó en el camino a Rumania en octavos de final y a Alemania en cuartos, pero en semifinales no pudo con el conjunto galo, que a la postre sería campeón. Ahora, tendrá revancha el domingo en Moscú.

Luego, nunca pudo reiterar una actuación promisoria en el certamen ecuménico: participó en la Copa del Mundo de 2002, disputada en Corea del Sur y Japón, donde quedó eliminada en Fase de Grupos (compartió la zona con México, Italia y Ecuador); en Alemania 2006, donde se volvió en la misma instancia (no pudo con Brasil, Australia y Japón); estuvo ausente en Sudáfrica 2010, y retornó en Brasil 2014, torneo en el que estuvo en el Grupo A junto al anfitrión, México y Camerún, y tampoco consiguió avanzar a octavos de final.

Yugoslavia, de la cual formó parte Croacia antes de independizarse en 1991, fue protagonista del fútbol europeo durante gran parte del siglo XX.

Pese a no conseguir ningún título importante, llegó a semifinales en dos ediciones de la Copa del Mundo, ambas en Sudamérica: en el primer certamen ecuménico, en 1930 en Uruguay (el anfitrión le ganó 6-1) y en el Mundial de Chile ‘62 (fue derrotado por Checoslovaquia). 

Temas