Un mundo unilateral: qué implica para Argentina
18/04/2025 | 07:16Redacción Cadena 3 Rosario
La transformación del escenario internacional se presenta como un fenómeno de gran envergadura que impacta directamente en la política y economía de países como Argentina. La reciente discusión sobre el unilateralismo se torna crucial en este contexto. Es evidente que el mundo avanza hacia un modelo donde los vínculos con otros países y organismos internacionales pierden relevancia, priorizando en cambio las políticas internas y la economía doméstica.
La publicación de la última edición de Foreign Affairs, que titula "La era del unilateralismo", resalta esta tendencia. Los países parecen optar por una mirada más introspectiva, alejándose de la globalización que caracterizó las últimas décadas. Este cambio ideológico es notable, ya que las fuerzas políticas que tradicionalmente apoyaron la apertura económica ahora se ven influenciadas por una retórica más proteccionista y nacionalista.
En el pasado, las fuerzas de centro y derecha promovían la globalización y la competitividad. Sin embargo, hoy en día, estas mismas fuerzas parecen adoptar discursos que resuenan con las propuestas de la izquierda, que abogan por el retorno del estado y la protección de sectores estratégicos. Esta reversión es un fenómeno digno de análisis, pues plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones internacionales y el comercio.
En Argentina, la situación se complica aún más. La apuesta por la regionalización y proyectos como el corredor bioceánico reflejan un intento de adaptarse a las nuevas dinámicas globales, especialmente en relación con el crecimiento de China. Sin embargo, la dependencia de mercados internacionales genera desafíos significativos, especialmente cuando se considera que el consumo interno no siempre puede sostener las exportaciones.
La incertidumbre sobre el futuro del comercio internacional se hace palpable. Aunque es probable que continuemos exportando productos como la soja, el panorama se torna más complejo. La posibilidad de que mercados se cierren y tecnologías estratégicas se restrinjan obliga a repensar las alianzas y estrategias comerciales. La historia muestra que, a pesar de las crisis, Argentina ha logrado mantener su capacidad de exportación, pero la situación actual demanda una adaptación más cuidadosa y estratégica.
El desafío radica en no seguir utilizando viejas categorías y enfoques para planificar el futuro. La realidad ha cambiado y las naciones deben prepararse para enfrentar un mundo menos integrado, pero con oportunidades que trascienden las fronteras. La inversión en infraestructura, educación y salud se vuelve fundamental para navegar este nuevo temporal y aprovechar las circunstancias que se presenten.
La clave está en estar atentos a las transformaciones y en la capacidad de las naciones para reconfigurar sus estrategias en un contexto internacional que ya no es el que conocíamos.