Los carapintadas golpistas de la Ctera
19/06/2023 | 13:44Redacción Cadena 3
La Ctera es la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina. Fue fundada en 1973 y reúne a los sindicatos docentes de todas las provincias argentinas. Es uno de los sindicatos más poderosos y numerosos de la Argentina. Nadie sabe de qué partido son los maestros argentinos, que son más de un millón. Pero hace rato que la Ctera es abiertamente kirchnerista. Sus jerarcas son absolutamente partidiarios. Y Ctera acaba de pintarse la cara. No tienen armas, como los carapintadas de 1987, pero acaban de convocar a un paro nacional -millones de alumnos en todo el país van a perder otro día de clases- en contra de lo que llaman la "represión" en Jujuy y, acá lo grave, en contra de lo que llaman "la reforma constitucional de Morales", en referencia al gobernador jujeño Gerardo Morales, a la que califican como "inconsulta" y "antidemocrática".
Es alucinante que nada menos que un sindicato docente diga que la reforma constitucional votada el viernes en Jujuy sea "inconsulta" y "antidemocrática".
Los jujeños fueron a elecciones -que nadie cuestionó- para elegir convencionales constitucionales, luego de una convocatoria que siguió todos los pasos legales. La convención debatió y redactó cambios a la Constitución. Aunque Morales tenía 29 de los 48 convencionales y podía hacer votar lo que quería, dio marcha atrás en muchas de sus propuestas iniciales para ampliar el consenso en algo tan importante. Por eso el nuevo texto fue aprobado tanto por Juntos por el Cambio como por el peronismo. De los 48 convencionales, 40 votaron la nueva constitución.
Lo que explica las protestas son básicamente dos elementos. Uno, es que el nuevo texto prohíbe los cortes de calle, lo cual es rechazado por piqueteros, el sindicalismo estatal y otros sectores que viven del Estado y usan ese medio de presión que viola los derechos del resto de la sociedad. El otro punto es que dificulta las usurpaciones y tomas de tierras y viviendas y facilita los desalojos judiciales, lo cual molesta a grupos autodenominados "originarios", entre otros. Esos son los grupos minoritarios que cortan las rutas y que fueron reprimidos por el gobierno jujeño sin víctimas graves y en todo caso con más golpeados entre los policías que entre los civiles.
Es una minoría vociferante y sin votos, acostumbrada a montar un escándalo y a copar la escena frente a una abrumadora mayoría silenciosa que es la que eligió a los 40 convencionales que sancionaron legalmente la Constitución y que pusieron límites valorados por quienes buscan trabajar, ahorrar e invertir, y que necesitan de una buena vez que les garanticen su derecho a circular y su derecho de propiedad.
Pero a Ctera no le gusta. Los Baradell deben creer que ellos son el poder legislativo y constitucional de la Nación y de las provincias, aunque nadie los haya elegido. Y entonces se pintaron la cara. Por la fuerza, como los carapintadas del 87, consideran que tienen derecho ellos a decidir qué Constitución tiene que regir a los jujeños. Son fachos, mentirosos o ignorantes. Acaban de dejarlo expuesto. Y la Justicia debería hacer algo con la Ctera, soliviantada contra el orden constitucional de una provincia.





