Nicaragüenses en Miami celebran a la Virgen María pese a temores en EEUU y en su país
Cientos de nicaragüenses cantaron en honor a la Virgen María en Miami, con altares en estacionamientos y vehículos, en medio de la represión religiosa en Nicaragua y el temor por la situación migratoria en EEUU.
09/12/2025 | 13:37Redacción Cadena 3
MIAMI (AP) — Cientos de nicaragüenses cantaron en honor a la Virgen María en altares repletos de flores y luces instalados en estacionamientos de iglesias y en la parte trasera de vehículos en las calles de Miami para conmemorar la festividad de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre.
La exuberante celebración, llamada "gritería", es especialmente conmovedora este año, en medio de la continua represión contra la religión en Nicaragua y contra las comunidades inmigrantes en Estados Unidos.
"Lo vamos a hacer, sin importar lo que pase", dijo Neri Flores, quien viajó desde Chicago para instalar un altar con sus padres para la vigilia del domingo por la noche. "Es tradición, familia, retribuir a la comunidad, mantener la fe y las buenas vibras".
En la parte trasera de una enorme camioneta SUV alquilada, estacionada cerca de una iglesia católica, la familia colocó una pintura de la Inmaculada Concepción en el centro de su altar. La madre de Flores cruzó la frontera entre Estados Unidos y México con la pintura cuando estaba embarazada de él a principios de la década de 1980.
Junto a ellos, otra familia erigió un altar más grande con media docena de estatuillas de la Virgen María —y cuatro generaciones ayudaron.
"Todas las bendiciones que tengamos son gracias a ella", dijo Michael Garcia, quien nació en Miami, pero cuya abuela trajo una de las imágenes cuando huyó de Nicaragua. "Para ella no hay imposible"
La continua represión religiosa en Nicaragua
A mediados del siglo XIX, el Vaticano proclamó el dogma de que María fue concebida sin el pecado original que, según la fe católica, todos los seres humanos llevan, lo cual dio nueva popularidad a la festividad en todo el mundo. En Nicaragua, existe una tradición especial: las familias crean altares en sus casas y luego van a visitar otros altares y cantan de casa en casa.
Pero esas celebraciones han sido reprimidas o cooptadas por el gobierno nicaragüense en una persecución religiosa cada vez mayor, que defensores de los derechos humanos, sacerdotes exiliados y el gobierno estadounidense califican como una de las más severas del mundo.
Al igual que varios gobiernos latinoamericanos que se remontan a las revoluciones socialistas, los copresidentes nicaragüenses Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, han mantenido una relación dispar con los líderes religiosos durante décadas.
Pero desde la violenta represión de las protestas cívicas en 2018 y la crisis de derechos humanos que se mantiene en el país, el gobierno ha perseguido a sacerdotes y monjas católicos, a quienes acusa de apoyar los disturbios. El clero y los observadores laicos manifiestan que la Iglesia se ha convertido en la única voz que resiste la violencia del estado y ayuda a sus víctimas.
Cientos de clérigos y laicos cristianos han sido encarcelados o exiliados, varias festividades religiosas han sido prohibidas, y muchos de los fieles que quedan reportan estar bajo estricta vigilancia.
En Estados Unidos, el gobierno de Trump ha buscado poner fin a las protecciones legales ampliadas y temporales de unos 430.000 migrantes de Nicaragua, así como de Venezuela, Cuba y Haití. Esto forma parte de una ofensiva en curso contra los inmigrantes en todo el país que ha sembrado el miedo en muchas comunidades.
Pero en la parroquia católica San Juan Bosco de Miami —donde la mayoría de las 3.000 familias de la feligresía provienen de Nicaragua y Honduras, y muchas están en el país sin autorización— más de 1.000 personas hicieron fila el domingo por la noche para cantar y orar junto a los altares instalados en el estacionamiento y la avenida principal frente a la iglesia.
"El evento de hoy es todo un gesto de confianza", dijo el reverendo Yader Centeno, el párroco, quien es nicaragüense también. "Para la gente que está aquí, es un momento para fortalecer la fe y un anunciar a Nicaragua que aquí nosotros somos libres".
Multitudes se congregan alrededor de altares en Miami
Algunos altares contaban con elaborados arcos de globos, luces centelleantes y enormes sistemas de sonido, mientras que otros solo tenían una pequeña estatua de la Virgen enmarcada por hojas frescas de palma en la parte trasera de los autos.
Al llegar a cada altar, los visitantes prorrumpían en el tradicional "grito", y muchos también llevaban estampado en sus camisetas, en español: "¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!".
Luego cantaron himnos tradicionales a la Virgen mientras las familias y otros grupos que crearon los altares donaban juguetes, comida tradicional como yuca y chicharrones, y pequeños recuerdos religiosos como rosarios, una gran muestra de apoyo comunitario, ya que la mayoría había planeado servir al menos a 500 personas.
"¡Contentísima! Tener la tradición fuera de mi país es algo grandioso", dijo Scarlet Desbas mientras su esposo terminaba la instalación de su altar en la parte trasera del auto al conectar las luces a la batería de este. "Nuestros ancestros nos han inculcado la religión".
Muchos dijeron que asumieron la costosa tarea como una promesa a la Virgen para expresar gratitud y pedir protección tanto en Estados Unidos como para sus familias en Nicaragua.
Claudia Fuertes, quien llegó a Estados Unidos hace casi dos décadas, instaló un gigantesco arco de globos blancos y azules —los colores tradicionales de la festividad y también de la bandera de Nicaragua— para enmarcar el altar en la caja de una camioneta pickup junto al santuario de San Juan Bosco.
"Yo tengo fe que Nicaragua un día va a ser libre, tranquilo", expresó Fuertes.
Orar por la paz en Nicaragua y en Estados Unidos
En las afueras de Miami, cientos de personas asistieron a la misa dominical de la parroquia católica de Santa Águeda, mientras que otros vieron la transmisión en vivo. El reverendo Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, los instó a denunciar a quienes usan la fe para oprimir a los vulnerables y a quienes se doblegan ante los poderes mundanos.
"La Virgen no se va a olvidar de nuestro pueblo, y un día Nicaragua será libre", dijo Báez antes de dirigir a la congregación en el tradicional "grito" a María.
Báez abandonó Nicaragua en 2019 porque el difunto papa Francisco le dijo que debía hacerlo para salvar su vida. En los últimos meses, con el papado de León XIV, Báez ha comenzado a pronunciar sermones poderosos y contundentes en las misas de Miami.
El párroco de Santa Águeda, el reverendo Marcos Somarriba, quien llegó de Nicaragua hace décadas, cuando era adolescente, dijo que la situación de los fieles en Nicaragua todavía es aciaga. Agregó que la gente allí requiere permiso del gobierno para instalar sus altares y que ciertos colores tradicionales están prohibidos.
También expuso que el presidente Donald Trump y el secretario de Estado, Marco Rubio, con su experiencia en Florida, deberían comprender la grave situación de quienes sufren persecución en países como Nicaragua, Cuba y Venezuela, y deberían garantizar que las políticas migratorias estadounidenses lo reflejen.
"Que el gobierno de Estados Unidos tome claramente las medidas para proteger a los pueblos, a los nicaragüenses que aquí han venido porque han perdido su patria", dijo Somarriba.
De regreso cerca de la parroquia de San Juan Bosco, Oscar Carballo visitaba los altares y le cantaba a la Virgen, tras convencer a familiares que dudaban en salir debido a los rumores en redes sociales sobre la aplicación de la ley migratoria.
Se detuvo en el altar de la familia Flores.
"Te sientes como en el patio de tu casa", dijo al señalar hacia una imagen de la Virgen María. "Lo único que le pedimos (a ella) es que podamos continuar aquí y que haya paz. Por todas partes".
Lectura rápida
¿Qué celebran los nicaragüenses en Miami?
Celebran la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María con altares y cantos.
¿Quiénes participan en la celebración?
Cientos de nicaragüenses, incluyendo familias que han emigrado a Estados Unidos.
¿Cuándo se lleva a cabo la festividad?
La festividad se conmemora el 8 de diciembre de cada año.
¿Dónde se realizan las celebraciones?
En Miami, en estacionamientos de iglesias y en la parte trasera de vehículos.
¿Por qué es significativa esta celebración?
Es un acto de resistencia ante la represión religiosa en Nicaragua y el temor por la situación migratoria en Estados Unidos.
[Fuente: AP]





