Salud mental y empleo: ¿qué pasa cuando hay un diagnóstico de bipolaridad?
Natalia Chavarri es abogada, especializada en derecho de las personas con discapacidad y una persona bipolar. Su historia desafía estigmas y muestra que es posible construir una carrera profesional.
12/03/2025 | 07:46Redacción Cadena 3
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Diversidad
Natalia Chavarri es abogada y se especializa en Derecho de personas con Discapacidad.
Hace seis años recibió el diagnóstico de bipolaridad, un desequilibrio emocional que puede llevar a estados de euforia extrema seguidos de depresión profunda. “Es importante entender que no es solo una cuestión de voluntad; es una condición que necesita ser tratada”, enfatizó.
En ese sentido, decidió unir su profesión y diagnóstico y no sólo especializarse en cómo ayudar a las personas con discapacidad a defender sus derechos sino también hacer visible su historia personal y demostrar que a pesar de su diagnóstico puede trabajar y llevar adelante una carrera profesional. Es por eso que en redes sociales se la conoce como @abogada.bipolar.
“La verdad que decidí crear Abogada Bipolar o presentarme como Abogada Bipolar primero porque hay muchos tabúes acerca de la salud mental, de la bipolaridad o en realidad la gente cada vez que le hablas del psiquiatra piensa que un lugar psiquiátrico, una institución de salud mental es un lugar donde estamos todos corriendo con las manos arriba, locos, gritando y la verdad que dista mucho de la realidad esa visión que tiene la gente”, describió.
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Ella misma asegura que tuvo que dejar atrás muchos prejuicios, luego de que a los 27 años tuvo su primera crisis.
Chavarri relata que mantener el equilibrio entre su carrera y su diagnóstico ha sido un gran desafío. “Hubo días en los que no pude salir de la cama y eso impactó en mi trabajo”, confesó. Sin embargo, destaca que, tras seis años, ha encontrado un equilibrio que le permite trabajar, hacer actividad física y mantener relaciones significativas con sus seres queridos.
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¿Una persona con bipolaridad puede trabajar?
Una persona con bipolaridad puede trabajar y hasta ejercer como abogada, como en el caso de Natalia, quien cuenta su experiencia en su cuenta de Instagram @abogada.bipolar, el cual funciona como un canal de difusión para compartir historias similares.
Según explicó a Diversidad no existe una legislación específica sobre la bipolaridad, pero la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, promulgada en 2010, y la Ley de Salud Mental de la provincia de Córdoba, ley 9.848, garantizan el derecho a la protección de la salud mental de todos los ciudadanos.
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El artículo 3 de la Ley Nacional establece que la salud mental es un proceso en constante construcción, determinado por factores históricos, socioeconómicos, culturales, biológicos y psicológicos. "La preservación y mejoramiento de la salud mental implica una dinámica de construcción vinculada a la concreción de los derechos humanos", señaló el informe.
Ambas legislaciones destacan que la salud mental está estrechamente relacionada con los derechos humanos. "Todo lo que tiene que ver con los derechos de las personas con discapacidad forman parte de una materia especial que son los derechos humanos de todos los seres humanos", aclara. De acuerdo con el Código Civil y Comercial y la legislación de salud mental, se parte de la capacidad de las personas, enfatizando que "la existencia de un diagnóstico en salud mental no autoriza en ningún caso a presumir el riesgo de daño o incapacidad".
Además, explicó que todas las personas son capaces de adquirir derechos y contraer obligaciones, salvo que un juez limite su capacidad mediante una sentencia específica. No obstante, "a partir de la reforma del 2015, el Código Civil y Comercial designó la figura de apoyo, anteriormente conocida como curador", indicó. Este cambio histórico refleja un modelo comunitario en la percepción de la salud mental, alejándose de un enfoque rehabilitador que consideraba la discapacidad como un obstáculo. "Hoy existe la visión de que la persona con discapacidad tiene capacidad plena", agregó y subrayó que tener un certificado de discapacidad no implica incapacidad.