Desafío médico y personal: el cardioangiólogo que operó a su papá de 90 años

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El médico Fernando Pastor, reconocido cardioangiólogo intervencionista, compartió en diálogo con Cadena 3 una conmovedora experiencia personal y profesional al operar a su padre de 90 años. En conversación con Miguel Clariá por La Mesa de Café, Pastor relató los desafíos emocionales y técnicos que enfrentó al realizar un implante de válvula aórtica a su progenitor.

“La verdad que es difícil tomar la decisión, porque también es difícil para los colegas aceptar un desafío de atender el padre de otro”, expresa Pastor, quien destaca la confianza en la estrategia y la tecnología detrás del procedimiento, que se realiza desde 2002. A pesar de su experiencia, admite que el vínculo familiar añade una complejidad única al proceso: “Es una pregunta que yo también me hago, porque con mi padre me une un vínculo más allá de lo afectivo, una cuestión de admiración”.

Pastor, oriundo de San Luis y con una trayectoria notable en cardiología, explica que la decisión de operar a su padre fue discutida previamente. “Le dije en casa, viejo, mirá, hay que hacer esto porque tu enfermedad no se va para atrás”, recordó. A pesar de la preocupación natural, su padre optó por que fuera él quien realizara la cirugía. “Me dijo, no, no, no, hagámoslo, hacelo vos”, relata Pastor, quien se siente satisfecho con la elección.

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La historia también revela el profundo respeto que Pastor siente por su padre, un hombre que trabajó en minas y que ha sido un ejemplo de fortaleza. “Él se dedicaba a eso. Entonces es un tipo endurecido, endurecido por la vida”, señala el médico, quien reconoce el impacto que su padre ha tenido en su vida y carrera.

Además de su labor en la medicina, Pastor comparte un legado familiar interesante, que incluye a su tatarabuelo, quien hospedó a José de San Martín en 1813. “San Martín dejó una carta de agradecimiento a mi tatarabuelo, y un sable corvo, que eso la familia lo donó al museo de San Luis”, remarcó.

Otro detalle destacado en la trayectoria de Pastor es que atendió a Diego Maradona en enero de 2000, cuando sufrió un episodio cardiovascular en Punta del Este.

La experiencia de operar a un ser querido es un tema delicado en la medicina, y el doctor Pastor lo aborda con sinceridad y emoción, subrayando la importancia de las decisiones que se toman en momentos críticos. “Todavía lo tengo conmigo”, concluyó, reflejando su alivio y felicidad por el resultado exitoso de la operación.

Entrevista de Miguel Clariá.

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