El papa Francisco asignó posiciones clave a mujeres en la Iglesia, pero recibió críticas por no avanzar hacia el sacerdocio femenino
El papa Francisco destacó a mujeres en roles clave dentro de la Iglesia, pero su falta de avances hacia el sacerdocio femenino recibió críticas por no abordar las desigualdades persistentes.
21/04/2025 | 14:58Redacción Cadena 3
El papa Francisco realzó el rol de las mujeres en la Iglesia al nombrar a figuras clave en posiciones significativas. En febrero de 2025, mientras luchaba contra una neumonía, designó a la hermana Raffaella Petrini como gobernadora de la Ciudad del Vaticano. Este nombramiento marcó un hito en la representación femenina dentro de la máxima autoridad religiosa.
Además, la hermana Simona Brambilla fue designada como la primera mujer en liderar un departamento crucial, encargado de supervisar las órdenes religiosas católicas a nivel global. Durante su papado, Barbara Jatta se convirtió en la primera directora de los Museos Vaticanos, estableciendo un precedente en una institución históricamente dirigida por hombres.
En 2021, la hermana Nathalie Becquart logró el cargo de co-subsecretaria del Sínodo de los Obispos, un paso significativo hacia el reconocimiento del papel femenino en las decisiones eclesiásticas. Dos años después, Francisco nombró a la hermana Alessandra Smerilli como funcionaria número dos de la oficina de desarrollo del Vaticano, un área centrada en cuestiones críticas de paz y justicia.
Junto con estos nombramientos, el Papa incluyó a dos mujeres en un comité anteriormente exclusivo para hombres, responsable de la selección de obispos a nivel global. Sin embargo, a pesar de estos avances, las críticas no tardaron en llegar. Paola Lazzarini, defensora de la reforma de la Iglesia italiana, calificó a Francisco como "el primer Papa plenamente consciente de que la Iglesia sufre un desequilibrio evidente y profundamente injusto" entre hombres y mujeres.
Lazzarini aseguró que, aunque estos nombramientos son pasos positivos, "la manera de responder a esta injusticia consistió en hacer nombramientos individuales y establecer comisiones que se prolongaron eternamente sin generar cambios significativos". Criticó la decisión del Papa de ratificar el cierre a la posibilidad de las mujeres de acceder al sacerdocio, una restricción impuesta por Juan Pablo II en 1994.