Russo, el hombre que honró la vida y eligió ser de Rosario
Por Marcelo Lamberti.
09/10/2025 | 06:45Redacción Cadena 3 Rosario
Hay personas que no necesitan haber nacido en un lugar para pertenecerle. Miguel Ángel Russo no fue rosarino de cuna, pero Rosario —y especialmente Rosario Central— lo adoptó como a uno de los suyos. Y él, con la humildad de los grandes, correspondió ese amor con una fidelidad que trasciende lo futbolístico. Russo no solo fue el técnico de un equipo: fue parte de la identidad de una ciudad que respira fútbol las 24 horas.
En 1997 llegó por primera vez al Gigante de Arroyito, y desde entonces, su figura se grabó en la historia auriazul. En un ambiente donde los vínculos suelen ser efímeros y los recuerdos se consumen al ritmo de los resultados, Miguel dejó algo más profundo: respeto. Ese respeto que él daba a todos —al periodista, al utilero, al dirigente, al hincha— y que, a cambio, recibió multiplicado.
Su paso por Rosario Central no se mide solo en puntos o campeonatos, aunque también los hubo. Se mide en gestos, en coherencia, en la forma de representar una idea. Porque Russo entendía que el fútbol es mucho más que once jugadores en una cancha: es comunidad, es pertenencia, es una manera de vivir. Por eso, verlo en la ciudad era ver a un hombre feliz. Feliz en su trabajo, feliz con su gente, feliz en su lugar.
En tiempos donde el fútbol parece dominado por la ansiedad y el corto plazo, Russo fue un raro ejemplo de paciencia y convicción. Nunca necesitó levantar la voz para hacerse escuchar. Su autoridad nacía del conocimiento y del ejemplo. Se lo recuerda caminando despacio por el predio, saludando a todos, mirando cada detalle. Un hombre que vivía el fútbol sin imposturas, con la misma intensidad con que enfrentó, también, los desafíos de la vida.
Su lucha final fue, quizás, la muestra más pura de su carácter. Miguel no bajó los brazos. Seguía sonriendo, seguía proyectando, seguía honrando la vida, como él mismo decía. Y en ese gesto, en esa voluntad de seguir, volvió a darnos una lección. Una lección sobre el coraje, sobre la dignidad y sobre el amor por lo que uno hace.
Hoy, al recordarlo, Rosario Central lo sienta en la mesa grande de sus ídolos. Pero el homenaje trasciende las tribunas. Porque Miguel Ángel Russo pertenece también al fútbol argentino en su conjunto, a ese grupo selecto de hombres que dignificaron la profesión, que enseñaron sin gritar y que dejaron una huella imposible de borrar.
Russo eligió a Rosario. Y Rosario, con gratitud y orgullo, lo elige para siempre.
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— Cadena 3 Rosario (@Cadena3_Rosario) October 9, 2025
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