Crearon un innovador negocio en plena cuarentena en Córdoba
Micael y Natalia viven en Villa Giardino e idearon una herramienta que permite tocar y sujetar objetos sin contacto manual. “Surgió a partir de una necesidad personal por los cuidados ante el coronavirus”, contó a Cadena 3 el joven. Mirá.
14/07/2020 | 23:20Redacción Cadena 3
La tranquilidad de las sierras cordobesas contrastaba con cierto ambiente de incertidumbre y tensión ante la discursividad mediática diaria que esbozaba una realidad subyacente al estado de época: el coronavirus se había instalado en Argentina, y con él, las crecientes recomendaciones de cuidados para evitar contagiarse.
Allí, en la paz serrana de Villa Giardino, una de las localidades que conforman el corazón del Valle de Punilla, una pareja tomó nota y creó durante la cuarentena un innovador proyecto que ya echó raíces y apuesta a convertirse en un boom.
El mismo estuvo basado en una premisa de prevención al Covid-19: la idea de poder tocar superficies u objetos sin hacer contacto directo con las manos.

De esta manera, nació TOC.ar. Micael López y Natalia Dyszel, los "padres de la criatura", son oriundos de Buenos Aires, pero decidieron radicarse hace unos años en Córdoba. Y, en plena pandemia, los jóvenes, que se dedican a la producción audiovisual y tienen dos hijas, materializaron una idea brillante.
“Nos pasó desde una necesidad personal, de pensar en momentos en los que íbamos a hacer compras en algo que intervenga entre lo que necesitábamos hacer con nuestras manos. Ahí surge la idea, y teniendo el producto en la mano pensamos en comercializarlo", contó a Cadena 3 Micael.

Se trata de una herramienta que tiene forma "de 9 o de 6", que "se toma de la panza del 9 y se usa como un gancho", según explicó.
“Tiene una resistencia de unos 20 kilos y puede tirar o empujar con fuerza. Presenta una forma universal que permite enganchar de barandas del subte, tren o colectivo, para poder sujetarnos de ahí, evitando agarrarlas de las manos, y se puede usar para bolsas de hasta 20 kilos", agregó.
En ese sentido, contó que primero lo pensaron para hacerlas con impresiones 3D, pero como las mismas tienen "limitaciones de producción", pudieron asociarse con una empresa inversora para producir a gran escala.

Comenzaron con una venta de pocas unidades, hasta que pegaron el salto a la comercialización de 2.000 y después a producir en tandas de 15 mil, cuya primera etapa ya se entregó a los compradores.
"Estamos proyectando una tercera tanda. Hoy en día se produce en Buenos Aires y de ahí distribuimos. Mucha gente compró para revender, y pensamos llevar el producto a Chile y Perú", cerró López, que valoró el hecho de poder "pensar algo, materializarlo y llevarlo adelante, que te salva la cabeza y hace bien a uno".
Entrevista de Alejandro Bustos




