Se entregó un prófugo por el crimen de la profesora de tango
Ezequiel Blanco, de 28 años, se presentó en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes. María Cecilia "Tati" Caviglia había aparecido calcinada en una valija.
20/09/2016 | 06:16Redacción Cadena 3
Se entregó ayer en una sede policial bonaerense, Ezequiel Blanco, uno de los dos prófugos por el crimen de María Cecilia "Tati" Caviglia, la dueña de un hostel y bailarina de tango que apareció calcinada adentro de una valija a la vera de la ruta 2, a la altura de la localidad bonaerense de Dolores.
Fuentes policiales informaron que Blanco, de 28 años, se presentó por la tarde en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes junto a uno de sus abogados, Gustavo Julio, y allí quedó detenido ya que pesaba sobre él una orden del captura internacional del juez de Instrucción número 11 porteño, Pablo Ormaechea.
El lunes se conoció una entrevista a Blanco que publicó el diario El Sol de Quilmes en la que aseguró que él no cometió el asesinato de "Tati" Caviglia y culpó a un amigo suyo de la infancia Joel Maximiliano Báez, quien había comenzado a trabajar para la víctima y que aún permanece prófugo.
Blanco fue visto por última vez el 25 de agosto, el mismo día en que desapareció Caviglia.
La denuncia por la desaparición de "Tati" fue radicada en la comisaría 18ª porteña por una amiga que al día siguiente estaba preocupada porque la víctima no solía ausentarse sin avisar y no se conectaba al Whatsapp desde las 9.30 de la mañana.
Si bien al principio los amigos de la mujer pensaron que él también estaba desaparecido, trascendió que Blanco se presentó el 2 de septiembre en la Cámara del Crimen y denunció que se había cometido un homicidio en el hostel de Independencia al 1600, en el barrio de Balvanera.
El cadáver de la bailarina de tango de 50 años apareció calcinado y con puñaladas en el cuello y en el pecho la madrugada del 26 en el kilómetro 222 de la autovía que conecta la ciudad de Buenos Aires con Mar del Plata.
La identidad de la víctima se pudo establecer gracias al Sistema Federal de Comunicaciones Policiales (Sifcop) y a la División Búsqueda de Personas de la PFA, que relacionó su desaparición con la mujer hallada calcinada en Dolores y sugirió realizar los cotejos de huellas dactilares y dentales, que fueron coincidentes con Caviglia.
Si bien la causa en un inicio estuvo en manos de un fiscal de Dolores, como se presume que el crimen ocurrió en el hostel pasó a manos de la fiscal porteña Ana Yacobucci.






