No te voy a dar mis datos personales
03/12/2024 | 11:06Redacción Cadena 3
Hoy quiero reflexionar sobre un tema que se vuelve cada vez más relevante en nuestra vida cotidiana: la entrega de nuestros datos personales. En el contexto de la reciente implementación en España de un nuevo registro de viajeros, surge la pregunta: ¿estamos dispuestos a entregar todos nuestros datos personales al registrarnos en un hotel?
Desde este lunes, el gobierno español exige a los turistas que proporcionen más de cuarenta datos al registrarse en hoteles, campings o agencias de viajes. Entre esta información se incluyen nombre, apellido, sexo, DNI, nacionalidad, fecha de nacimiento, lugar de residencia de la persona con la que se va a estar, teléfono, correo electrónico y relación de parentesco, entre otros. Esta medida genera inquietud, ya que muchos turistas pueden no querer proporcionar su número de teléfono o email, algo que no es obligatorio en la mayoría de los países de la Unión Europea.
Es curioso cómo hemos naturalizado la entrega de información personal. Por ejemplo, un amigo mío siempre proporciona un número de celular falso al momento de hacer compras. Sin embargo, en el fondo, hay una incomodidad latente. ¿Por qué debemos entregar nuestro número de celular? ¿Por qué se considera normal que el conserje de un hotel actúe como un policía, indagando sobre la relación entre los huéspedes?
En Argentina, la situación no es diferente. La administración de algunos countries exige datos como el DNI de nuestros hijos menores de edad, algo que considero inaceptable. ¿Por qué debemos proporcionar información tan sensible por el simple hecho de que una administración lo pide? Esta tendencia a normalizar la entrega de información personal en nombre de la seguridad es preocupante.
La historia nos muestra que, en el pasado, las autoridades también han justificado la invasión de la privacidad bajo pretextos de moralidad o seguridad. En los años 70, en Argentina, un comisario exigía la libreta matrimonial en los hoteles, mientras que hoy, en el siglo XXI, la entrada y salida de los countries se asemejan a controles fronterizos. ¿Hasta dónde llegaremos en esta búsqueda de seguridad?
La pregunta que nos queda es: ¿cuál es el límite? ¿O ya no hay límites en la entrega de nuestros datos personales? La situación en España puede ser solo el comienzo de una tendencia que podría replicarse en otros lugares, incluida Argentina. Es fundamental que reflexionemos sobre lo que estamos dispuestos a entregar y lo que realmente consideramos necesario en nuestras interacciones diarias.





