Trump pretende cerrar con broche de oro la guerra en Irán. ¿Y el resto del mundo?

WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump deseó que la corta y tumultuosa intervención estadounidense en Oriente Medio finalizara con el impacto de un emocionante desenlace de temporada.

Tras varios días de incertidumbre sobre su participación en los ataques israelíes contra Irán, seguido de una notable ofensiva que destruyó instalaciones nucleares, Trump anunció un inesperado acuerdo de alto el fuego para dar fin a la contienda.

El mandatario dio incluso un nombre a este conflicto: “LA GUERRA DE 12 DÍAS”, dejando en claro su intención de cerrar el capítulo de esta historia.

De ahora en adelante, surge la incógnita de si el resto del mundo acatará el plan diseñado por Trump.

Un inestable alto el fuego añade incertidumbre

El alto el fuego mostró ser frágil, ya que Israel e Irán continuaron atacándose incluso después de la firma de la tregua. Trump criticó a ambos países el martes por la mañana, expresando su descontento: “No estoy feliz con ellos”, empleando una expresión burlona, y pidiendo que detuvieran los enfrentamientos.

Hasta el momento, las hostilidades cesaron. Sin embargo, podrían pasar años para determinar si esta reciente escalada marcará el inicio de una paz duradera o, por el contrario, presagiará más violencia en la región.

Los términos del alto el fuego siguen en duda y persisten interrogantes sobre la extensión de los daños al programa nuclear iraní, a pesar de las afirmaciones de Trump sobre su total destrucción. Además, los líderes de Irán podrían optar por replegarse, amenazando la posibilidad de soluciones diplomáticas reales a conflictos que han persistido en la región por décadas.

“En este momento, parece un tipo duro que genera resultados,” comentó Brian Katulis, investigador del Instituto del Oriente Medio. “Pero cuando se asienta el polvo y aparece la reacción, uno se cuestiona, espera un segundo, ¿estamos mejor?”

Por ahora, esos problemas parecían lejanos para Trump, quien celebraba su éxito en una jugada de política exterior que sus predecesores nunca intentaron. En las redes sociales, compartió una imagen de sí mismo besando la bandera estadounidense con el mensaje “Trump tenía razón en todo”.

Cómo se desarrolló

La lucha comenzó hace casi dos semanas, cuando Israel llevó a cabo ataques contra Irán, enfocándose en líderes militares y sus capacidades ofensivas.

No obstante, sólo Estados Unidos posee los bombardeos y la tecnología suficientes para atacar las instalaciones nucleares iraníes, las cuales se encuentran resguardadas bajo capa de tierra. Aunque Teherán sostiene que sus intenciones nucleares son meramente pacíficas, las élites estadounidenses e israelíes permanecen recelosas ante la posibilidad de que se construya un arsenal nuclear.

Las agencias de inteligencia estadounidenses no creían que Irán hubiera tomado la decisión de avanzar en esa dirección, pese al enriquecimiento de uranio a niveles superiores a los requeridos para usos civiles. Sin embargo, Trump aprovechó la oportunidad para atacar mientras la disputa ya estaba en curso, minimizando el temor de caer en un conflicto sin fin en Oriente Medio, algo que había jurado evitar.

Ordenó que bombarderos estadounidenses volaran a grandes distancias para destruir tres instalaciones nucleares, y lanzó amenazas de represalias si las tropas estadounidenses enfrentaban ataques. Esta clase de acciones dramáticas es característica de la administración de Trump, quien ha cultivado un perfil de imprevisibilidad y agresión en el escenario internacional.

Irán se convirtió en un blanco central de su política durante su primer mandato y aunque canceló ofensivas tras el derribo de un dron estadounidense, que lo llevó a temer represalias excesivas, también ordenó la ejecución de uno de los líderes militares del país.

Dos días después de su ofensiva contra las instalaciones nucleares, Trump proclamó que Israel e Irán acordaron un alto el fuego.

”¡FELICITACIONES A TODOS!”, exclamó Trump en redes sociales, donde había comentado cada detalle del conflicto. “Esta es una guerra que podría haber durado años y devastado Oriente Medio, pero no lo hizo y ¡nunca lo hará!”

La aprobación viene de rincones inusuales

Los elogios al presidente llegaron desde sectores inusuales del espectro político estadounidense. Por ejemplo, Brett McGurk, quien coordinó políticas de Oriente Medio bajo la administración del expresidente Joe Biden, afirmó que “este es el mejor desenlace posible” y elogió al equipo de seguridad nacional de Trump por su manejo de la crisis.

Sin embargo, Katulis expresó su escepticismo, argumentando que la administración parece operar sin un plan diplomático coherente, optando por tácticas militares en lugar de una estrategia general.

Antes del conflicto, Trump había instado a Irán a que abandonara su programa nuclear a través de negociaciones. Aunque no hay certeza de que Teherán regrese a la mesa de discusión, el presidente insistió en que “¡IRÁN NUNCA VOLVERÁ A TENER SUS INSTALACIONES NUCLEARES!”

“Fue un gran honor destruir estas instalaciones y capacidades nucleares, y luego, ¡DETENER LA GUERRA!”, escribió Trump mientras volaba a la cumbre de la OTAN en Holanda.

Leon Panetta, ex alto funcionario de seguridad nacional, se rió de las reflexiones de Trump en redes sociales, señalando: “Siempre sabemos lo que está pensando, pero no estamos seguros de que lo que piensa realmente se esté materializando”.

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