Boudou nos da una clase magistral
Por Adrián Simioni.
03/08/2022 | 11:17Redacción Cadena 3
El ex vicepresidente y coimero condenado Amado Boudou va a dar clases en la escuela de periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, una casa de estudios muy ligada al kirchnerismo.
Boudou ya dio una vez una conferencia como parte de un seminario. Pero ahora la universidad dio a entender que Boudou tendrá a su cargo un seminario entero, bajo el título "La economía y la palabra". No explicaron si Boudou va a cobrar o no. La cuestión es clave porque Boudou, además de condenado a prisión por intentar apropiarse de la fábrica de billetes Ciccone -aún está en libertad condicional- fue inhabilitado a perpetuidad para ejercer cualquier cargo o empleo público. O sea que no podría ser empleado o contratado de una universidad pública, en principio. Incluso la ley prevé que pueda se rehabilitado, pero para eso tienen que pasar 10 años y debe mostrar buena conducta y arrepentimiento. Arrepentimiento nunca mostró. De hecho, no reconoce haber delinquido. Y como fue condenado en 2018, hasta 2028 no puede ser rehabilitado.
La sentencia ya no se cumple del todo: Boudou cobra su pensión -honorífica, encima- como ex vicepresidente, pese a que la ley lo prohíbe.
Pero estos detalles no son lo más importante. Boudou nos va a dar clase magistral a todos, pero no de periodismo. Lo que quiere el kirchnerismo a través de Boudou es que aprendamos a ignorar, a desechar la reprobación social que, se supone, acompaña a una condena judicial.
Cuando un juez condena a un criminal, de algún modo todos nosotros, la sociedad en su conjunto, acepta que esa persona es un delincuente. El kirchnerismo quiere ir amaestrándonos para que aprendamos a separar ambas cosas. Y Boudou es un ensayo, para que estemos listos cuando llegue el momento, si llega, de una condena a Cristina Fernández.
No es casual que esto se conozca cuando las causas judiciales más serias contra la vicepresidenta comienzan a mostrar el riesgo cierto de una condena. Si para fin del año que viene Cristina es condenada, la fábrica del relato K quiere tener ya acostumbrada a la sociedad: no importa lo que pruebe la Justicia, los delincuentes K seguirán siendo arropados, justificados, vitoreados y reivindicados. Nos quiere llevar al desconocimiento final de la Justicia, a vivir en ese mundo definitivamente disociado, donde un choro de impresoras puede ser aclamado como profesor universitario.





