EN VIVO
Viva la Radio Rosario
Turno Noche al Cuadrado
Turno Noche al Cuadrado
Deportes
Turno Noche al Cuadrado
Deportes
Deportes
Turno Noche al Cuadrado
Deportes
Informados
Informados, al regreso
Informados, al regreso
Informados
Viva la Radio
Viva la Radio
Ahora país
Ahora país
Ahora país
Política esquina Economía - Por Adrián Simioni
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos
3x1:4 - Por Sergio Suppo
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos
La quinta pata del gato - Por Adrián Simioni
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos
Siempre Juntos
El dato confiable - Por Federico Albarenque
Siempre Juntos
Siempre Juntos Rosario
Mercados
Siempre Juntos
Siempre Juntos Rosario
Primera Plana Rosario
La Mesa de Café
Otra mirada - Por Fernando Genesir
Radioinforme 3 Rosario
Radioinforme 3
Radioinforme 3
Radioinforme 3
Radioinforme 3 Rosario
Radioinforme 3
Radioinforme 3
Radioinforme 3 Rosario
Radioinforme 3
Primera Plana Rosario
Cuadro de situación - Por Sergio Berensztein
Radioinforme 3
Radioinforme 3
Radioinforme 3 Rosario
Deportes
Deportes
Deportes
Deportes
Turno Noche al Cuadrado
Deportes
Deportes
Turno Noche
Viva la Radio Rosario
Informados
Informados
Deportes
Viva la Radio
Informados
Informados, al regreso
Viva la Radio
Abrapalabra
Viva la Radio
Viva la Radio
Viva la Radio
Viva la Radio
Ahora país
Ahora país
Ahora país
Ahora país
Ahora país
Política esquina Economía - Por Adrián Simioni
Radioinforme 3 Rosario
Siempre Juntos
Deportes
3x1:4 - Por Sergio Suppo
Micros Radio
Siempre Juntos
Siempre Juntos Rosario
La quinta pata del gato - Por Adrián Simioni
Siempre Juntos Rosario
Siempre Juntos Rosario
- Sin Asignar -
Siempre Juntos
- Sin Asignar -
Siempre Juntos
Columna de Opinión
El dato confiable - Por Federico Albarenque
Mundo
La Mesa de Café
Radioinforme 3 Rosario
Otra mirada - Por Fernando Genesir
Más Emisoras En vivo
La Previa
La fama es puro cuento
El diminutivo lo hacía sentirse lo que era: un nene de diez años. Robertito, por su parte, odiaba que le dijeran así. Ninguno sabía cómo los afectaría ese juego de canicas. Leé o escuchá el relato.
AUDIO: En el juego, el que "chanta" mas bolitas, gana
Mauricio Coccolo
Miguel prefería que le dijeran Miguelito, porque el diminutivo lo hacía sentirse como lo que era: un nene de diez años. Miguel le parecía un nombre para usarlo cuando fuera más grande.
Miguelito vivía con su mamá en la última casita de la última cuadra del sur del pueblo, que era el lado más humilde. Tenían todo lo que necesitaban para vivir, menos vecinos. Al lado estaba la casa del abuelo José, cruzando la calle vivía un viejito rodeado de perros, en diagonal hacia la esquina había un caserón vacío, después un baldío y dos cuadras para adentro la Estación del Ferrocarril.
/Inicio Código Embebido/
Mirá también
La fama es puro cuento
/Fin Código Embebido/
El pueblo, como casi todos, se había fundado al costado de las vías del tren que dividían las ochos cuadras en dos bloques: cuatro hacia el sur y cuatro hacia el norte. Como la única plaza estaba en el norte, la mayoría de la gente elegía vivir de ese lado, donde además tenían la escuela, la policía, el correo, el club, la iglesia, el banco y los nombres de los próceres más importantes en las calles: la avenida principal, por supuesto, se llamaba San Martín.
En el sur del pueblo vivía tan poca gente que Miguelito era el único chico de su edad. Todos los compañeros de la escuela vivían del otro lado. Para hacer cualquier cosa, Miguelito tenía que cruzar las vías: para ir a comprar el pan, a clases, a cortarse el pelo, a jugar al fútbol o a las bolitas.
A Miguelito le encantaba jugar a las bolitas, pero no era tan bueno. Como a las bolitas se jugaba por bolitas, había que tener plata para comprarlas o habilidad para ganarlas, y a Miguelito no le sobraba ninguna de las dos cosas, por eso prefería mirar cómo jugaban los otros.
Cuando volvía de la escuela, Miguelito tiraba el guardapolvo y la mochila arriba de la cama, agarraba la bicicleta y salía a buscar partidos de bolitas por el pueblo. Casi siempre jugaban en los mismos lugares: al costado de las vías, en un terraplén contra los silos o debajo de los eucaliptus que rodeaban a la cancha. Miguelito iba y miraba.
Los chicos más grandes, que se juntaban atrás de la cancha del club, jugaban con unos bolones de acero que sacaban de los rulemanes del ferrocarril y eran casi del tamaño de un bochín. Aquellos chicos no jugaban al hoyito, sino que habían inventado una variante que llamaban quiñadas, donde cada uno, a su turno, tenía que pegarle al bolón del otro. Cuando acertaban, sacaban a su rival del juego y le ganaban una, dos o hasta tres bolitas, según lo acordado previamente.
Miguelito se pasaba horas mirando cómo jugaban. En invierno llevaba una mandarina, se sentaba al solcito y los estudiaba detenidamente para después imitarlos: veía que agarraban el bolón con el dedo gordo contra la palma y ponían la mano derechita, como una mira. Balanceaban el brazo, hacia atrás y adelante, y sacaban un latigazo con tanta fuerza que hacían saltar el bolón del rival.
A la vuelta de una de esas tardecitas, Miguelito descubrió que ya no era el único chico del sur: una familia con tres hijos, dos nenas y un varón, se había mudado al caserón de la esquina. Al principio, Miguelito se sintió invadido, pero con los días encontró en Roberto un nene igual a él, que también jugaba a las bolitas, la única diferencia era que odiaba que le dijeran Robertito.
Lo más raro era que Roberto no guardaba sus bolitas en una bolsita de tela, como hacían todos en el pueblo, sino que usaba un frasco de vidrio, con tapa azul, que tenía una etiqueta amarillenta en la que Miguelito leía algo así como: “lor-che-se-li-ne”.
Hasta que entraron en confianza, jugaban a las bolitas de forma amistosa, pero cuando Miguelito se dio cuenta de que Roberto no era tan bueno, se animó y le propuso jugar a las quiñadas en serio. Cuando hicieron las primeras vueltas de prueba, para que Roberto aprendiera cómo era el juego, Miguelito empezó a notar que andaba derecho: tiraba y pegaba.
Arrancaron jugando por una bolita. Miguelito copiaba los movimientos que había visto de los más grandes: bolón contra la palma, presionado por el dedo gordo, mano recta, ojo izquierdo cerrado, derecho apuntando, balanceo y, ¡pum!, chanta. Qué lindo sonaban los bolones chocando. Suelto, pero sin sobrarlo, Miguelito empezó a decir: mirá que te voy a secar, a medida que veía que el frasco de Roberto se vaciaba.
Jugado por jugado, Roberto propuso apostar dos bolitas por quiñada y después, ya desesperado, subió a tres. Pero no había caso: tiraba y erraba. Miguelito estaba en su día, nunca había ganado tantas bolitas: primero le sacó las italianas, después las negras y al final se quedó con las lecheritas. Roberto se fue tan enojado cuando le dio la última blanquita que salió furioso, con los ojos llorosos, y se olvidó el frasco de gomina.
Cuando llegó a su casa, Miguelito no pasaba por la puerta de lo agrandado que estaba y no veía la hora de contarles la hazaña a su mamá y, especialmente, a su abuelo. La madre, como todas las madres, olfateó algo raro apenas lo escuchó entrar. Terminó de secarse las manos, dejó el repasador sobre la mesada, y lo encaró: de dónde sacaste todas esas bolitas, Miguel, le dijo de una.
Miguelito se sintió acusado, pero estaba tranquilo porque sabía que no había hecho nada malo. No las había robado, solamente se las había ganado a Roberto en buena ley, jugando. Sin dejarlo completar el final de la historia, la madre lo mandó urgente a la casa de ese chico (“de ese chico”, le dijo señalando la esquina) para que devolviera todas las bolitas que no eran suyas. Y el frasco también, le advirtió cerrando un sermón que incluyó retos y enseñanzas.
Miguelito salió medio enojado y medio arrepentido por lo que había hecho, pero más por lo que su mamá le dijo que había hecho. No alcanzó a llegar a la casa de Roberto, se encontraron a mitad de camino y lo vio venir secándose los mocos con el puño del buzo, llorando porque no sabía cómo decirle a la madre que había perdido todas las bolitas.
Debajo de la luz del farol, que hacía unos días habían puesto en la esquina, Miguelito y Roberto repartieron las bolitas. Cada uno se quedó con las suyas. Después de un segundo de silencio, sin saber qué decirse, se miraron y supieron que serían amigos toda la vida. Dieron media vuelta y cada uno se fue a su casa convencido de que con los amigos no se gana ni se pierde. Con los amigos se juega y se comparte, lo bueno y lo malo, para siempre.
Te puede interesar
"No puedo recordar el gol de Caniggia a Brasil. Con siete años, el de Italia ''90 fue mi primer Mundial consciente y sólo tengo algunos recuerdos, como chispazos...". Leé o escuchá el cuento completo.
El final era inevitable, Rosita lo sabía y lo tenía asumido. Ya no necesitaba explicaciones de los médicos. Se había perdido los últimos 5 partidos del club y eso le dolía. Leé o escuchá la historia.
La historia de un padre y un hijo que soñaba con ser arquero de fútbol. Leé o escuchá.
Lo último de Deportes
Copa Sudamericana
El "Xeneize" cayó 4 a 2 ante Fortaleza y ve alejarse la chance de ser primero de grupo al final de la fase. Las calificaciones de los futbolistas.
Copa Libertadores
Un grupo de seguidores del "Matador" se vio forzado a realizar un viaje inusual para ver el partido de su equipo en Calama, en un video que no tardó en viralizarse.
Copa Sudamericana
El encuentro ante Fortaleza tuvo lugar en el estadio Governador Aderaldo Plácido Castelo.
Comentarios
Opinión
Política esquina economía
Otra mirada
Fernando Genesir, junto al equipo del programa Vamos viendo, de La Popu, recorrió esa localidad del sur de Córdoba para mostrar que hay otra manera de vivir. Mirá el especial.
Lo más visto
Sismo
Se registró ayer a las 20.54, con epicentro en Los Molles, entre Jesús María y La Granja. No se reportaron heridos ni daños. Oyentes de Cadena 3 contaron que fue “estruendoso” y “se movió todo”.
Copa Libertadores
Un grupo de seguidores del "Matador" se vio forzado a realizar un viaje inusual para ver el partido de su equipo en Calama, en un video que no tardó en viralizarse.
Cámara baja
Fue en el plenario de comisiones, con el apoyo de la mayoría de los opositores dialoguistas. Los libertarios debieron hacer nuevas concesiones, como quitar al Banco Nación de las empresas a privatizar y acotar la reforma laboral.
Ley Bases
Los puntos centrales de las modificaciones en legislación laboral que se acordaron este jueves.
Sucede Ahora
Es porque fracasaron las negociaciones entre el gremio AOITA y los empresarios. Durante 24 horas, no saldrán colectivos.
Te puede interesar
Movilidad
Una mamá ideó un sistema junto a una de las empresas de transporte para que jóvenes con Síndrome de Down sean acompañados por los choferes.
Aniversario
El mecanismo le permitía girar y que la luz del sol siempre ingrese a la vivienda. Se cumplieron 20 años de su traslado al Museo de la Industria.
En familia
Todos los viernes, el reconocido pediatra estará en Siempre Juntos. "Achicar la soledad de la crianza va a ser un objetivo fundamental en estas charlas", adelantó.
Thriller
Andrew Scott es el protagonista de la serie que brilla en el catálogo de Netflix.La dirigió Steven Zaillian en blanco y negro, tiene ocho episodios y una breve participación de John Malkovich.
Más innovación
La radio te acompaña en cada vez más lugares para que no te pierdas ningún programa ni especial.
Ahora
Cámara baja
Fue en el plenario de comisiones, con el apoyo de la mayoría de los opositores dialoguistas. Los libertarios debieron hacer nuevas concesiones, como quitar al Banco Nación de las empresas a privatizar y acotar la reforma laboral.
Sucede Ahora
Es porque fracasaron las negociaciones entre el gremio AOITA y los empresarios. Durante 24 horas, no saldrán colectivos.
Sismo
Se registró ayer a las 20.54, con epicentro en Los Molles, entre Jesús María y La Granja. No se reportaron heridos ni daños. Oyentes de Cadena 3 contaron que fue “estruendoso” y “se movió todo”.
Golpe al bolsillo
Los nuevos cuadros tarifarios elevan el costo del peaje para autos de $300 a $900.
Copa Sudamericana
El encuentro ante Fortaleza tuvo lugar en el estadio Governador Aderaldo Plácido Castelo.
Copa Libertadores
Los goles fueron de Kevin Mantilla y Ramón Sosa. El partido se disputó en el Estadio Zorros del Desierto, donde hace de local el conjunto chileno en la competencia.
Golpe de suerte
El presidente de la entidad, David Urreta, informó a Cadena 3 que las ventas anticipadas comenzarán el próximo miércoles. También habrá sorteos semanales con $2 millones.
Política económica
Es la segunda modificación que hace el Banco Central en un mes. Ahora, el beneficio mensual se sitúa en 5,05%.