El día en que Messi hizo un gol maradoniano
El Camp Nou presenció uno de los gritos más emblemáticos del rosarino. Provocó una comparación inevitable con la actuación de Maradona contra los ingleses en el Mundial 1986. Reviví el gol al Getafe.
17/04/2022 | 15:51Redacción Cadena 3
Jorge Valdano dijo alguna vez: "Me esfuerzo por no compararlo con Maradona, pero Messi no ayuda".
Se cumple un nuevo aniversario de aquel recordado 18 de abril del 2007 en el que Lionel Messi marcó un gol de antología ante el Getafe por el partido de ida de las semifinales de la Copa del Rey.
Lionel Messi logró, tal vez sin proponérselo, recrear al tanto de Diego Maradona a los ingleses en el Mundial de México '86.
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??????? Hoy se cumplen 13 años de este gol maradoneano de Messi al Getafe. Fue por Copa del Rey y la Pulga tenía 19 años.pic.twitter.com/fzN9yfaqWj
— El Mediapunta (@elmediapuntacom) April 18, 2020
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En contextos distintos, en circunstancias diversas, la obra de arte de Maradona, tuvo su copia fiel a puro talento, 21 años después.
Lionel Messi fue capaz de un replay, con otros colores y bajo otro cielo, aunque con el común denominador del asombro.
El domingo 22 de junio de 1986, bajo el calor asfixiante del mediodía en la capital mexicana, la olla del Azteca bullía con casi 115 mil gargantas gritando cuando Maradona dejó en el suelo a cinco ingleses.

En una carrera a toda máquina desde campo propio, evitó al arquero y la clavó a los 10 minutos del segundo tiempo.
En apenas diez segundos y diez toques", luego de esquivar a seis jugadores incluyendo el arquero, el 10 argentino convirtió el gol más grande de la historia contra un rival que excedía lo futbolístico.
La impronta de Diego, el marco de un partido mundialista de cuartos de final, la rivalidad deportiva y extradeportiva entre argentinos y británicos, más aquel primer gol con la llamada “Mano de Dios” le dieron a esa conquista un contexto de belleza, mito y leyenda inigualable.
No solo fue la jugada. Las emociones de varios años entraron por el pequeño embudo de la razón", diría el uruguayo Víctor Hugo Morales, quién en su vibrante relato le puso palabras a semejante demostración de genialidad.
El 18 de abril de 2007, en el encuentro de ida de las semifinales de Copa ante el Getafe. El Barça ganó por 5-2 y en el encuentro de vuelta los madrileños remontaron y se clasificaron para la final tras vencer por 4-0, pero lo que ha pasado a la historia de aquella eliminatoria es el gol de Messi. Lio tenía entonces 19 años y aquella fue una de las primeras jugadas del argentino que dio la vuelta al mundo.

Con la camiseta número 19 en la espalda, cuando corría el minuto 28 del primer tiempo, Lio Messi decidió dejar boquiabierto a todo el estadio con un gol "maradoniano".
Messi recibió el balón de Xavi en su campo. Superó a Javi Paredes, cruzó a gran velocidad la mitad de la cancha, dejó atrás a Nacho con caño incluido, siguió avanzando metros ante la incredulidad general, se plantó cerca del área, se deshizo de Alexis y Belenguer con un quiebre de cintura, gambeteó al arquero Luis García y superó a Cortés para marcar un gol histórico, inolvidable, un calco del que logró Maradona ante Inglaterra en el Mundial de México.
Una jugada espectacular, de apenas doce segundos, en la que el argentino recorrió 55 metros con el balón, superó a seis rivales y logró un gol antológico, que para muchos sigue siendo su principal obra de arte.
El de Diego fue el mejor gol de los Mundiales, el de Lionel fue elegido como el mejor de la historia de Barcelona.
Ambos recorrieron 55 metros, los dos dejaron a 6 rivales desparramados como botellas en un picnic en menos de 15 segundos, ambos significaron el 2 a 0. Xavi y Enrique quienes dieron el último pase, coincidieron en la broma, al decir que los dejaron solos frente al arco.
Los dos goles generaron el mismo asombro, similar admiración. Diego y Lionel jugaron con los corazones de los amantes del fútbol.
Primero los paralizaron, durante 12 segundos los pusieron en modo suspenso, luego los hicieron estallar en mil pedacitos de emoción genuina, con un grito de gol distinto, explosivo y placentero, que formó parte de esas coreografías maravillosas que disfrutaron de dos colosos del fútbol mundial, con pasaporte argentino.
Era el fútbol en su máxima expresión, el potrero industrializado puesto en escena en grandes estadios, la inspiración divina de dos genios.
Tenía razón Jorge Valdano. Por más que nos esforcemos por no comparar a Maradona con Messi, Lionel no nos ayuda.




