Un tsunami puede generar olas destructivas y devastadoras en costas tras un terremoto
Un tsunami puede desatar olas arrasadoras a raíz de un terremoto o deslizamiento submarino. Históricamente, algunos han causado la muerte de cientos de miles de personas en diversas partes del mundo.
02/05/2025 | 12:57Redacción Cadena 3
Un tsunami se define como una serie de olas de alta energía, generalmente originadas por terremotos submarinos, erupciones volcánicas o deslizamientos de tierra que ocurren bajo el océano. Aunque las personas suelen asociar estas olas con grandes dimensiones, su verdadero peligro radica en la velocidad y la fuerza con que impactan en la costa, causando inundaciones severas en cuestión de minutos.
Según informa Noticias Argentinas, las olas de tsunami pueden alcanzar velocidades de hasta 800 km/h en mar abierto, incrementando su altura y destructividad al llegar a la costa. Es importante destacar que no siempre la primera ola es la más intensa, pudiendo pasar horas entre el impacto de cada una.
El mundo ha sido testigo de algunos tsunamis particularmente devastadores a lo largo de la historia. Entre los más trágicos se encuentra el tsunami del Océano Índico en 2004, que fue provocado por un terremoto de magnitud 9,1 cerca de la costa de Sumatra. Este evento dejó un saldo de más de 230,000 muertos en 14 países.
Otro evento significativo ocurrió en Japón en 2011, cuando un sismo de 9,0 grados en la costa noreste generó un tsunami que cobró casi 20,000 vidas y desencadenó la crisis nuclear de Fukushima.
Un tercer caso relevante es el terremoto de 9,5 grados en Chile en 1960, que es recordado como el más potente jamás registrado y provocó un tsunami que mató a más de 1,600 personas.
Además, en 1958, un deslizamiento de tierra en la bahía de Lituya, Alaska, produjo la ola más alta jamás registrada, alcanzando una altura de 525 metros.
La historia revela que los tsunamis pueden ocurrir en cualquier región del mundo con actividad sísmica y costera. Por ello, es esencial contar con sistemas de alerta temprana, educación pública y preparación para mitigar su impacto en las comunidades vulnerables.