Residentes de Buenaventura exigen al Gobierno de Colombia un alto a la violencia y más inversión
Cientos de habitantes de Buenaventura marchan para exigir el fin de la violencia social.
11/04/2025 | 06:43Redacción Cadena 3
Buenaventura (Colombia) (EFE).- Los habitantes de Buenaventura, el puerto principal de Colombia en el Pacífico, organizaron este jueves una manifestación en las calles para rechazar la violencia, que ha dejado al menos 48 fallecidos en enfrentamientos entre grupos armados durante el año.
Bajo el lema 'Buenaventura no aguanta más violencia', cientos de residentes marcharon por el centro de la ciudad, convocados por organizaciones de la sociedad civil, demandando el fin de su confinamiento por miedo.
El incremento de la violencia se produjo tras la ruptura de una tregua de 19 meses entre las dos bandas más prominentes de delincuencia urbana en la región, los Shottas y los Espartanos, lo que ha intensificado la confrontación.
«Estamos aquí en una marcha, clamando por la paz de Buenaventura ante la escalada de violencia», afirmó Carlos Potes, personero de Buenaventura. El funcionario subrayó que la ciudad vive en permanente zozobra debido a secuestros, asesinatos, extorsiones y amenazas.
Potes enfatizó: «Estamos diciendo basta ya a la violencia relacionada con homicidios, extorsiones y el reclutamiento forzado de menores». A su vez, Laura Cristina Obregón, otra residente, pidió negociar una paz duradera entre los grupos en conflicto y solicitó al Gobierno nacional y a la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, una mayor inversión social en la ciudad.
Según Obregón, en Buenaventura, que cuenta con aproximadamente 450.000 habitantes, la comunidad se siente prisionera y teme no poder desplazarse de un barrio a otro debido a la presencia de los grupos armados.
Una residente compartió: «Tenemos miedo de salir. Perdí a mi hermano hace 12 años y a mi pareja, que fue asesinado cuando se bajó de un carro». Además, criticó que algunas fundaciones que deberían ayudar no están cumpliendo con su labor, afirmando que «el pueblo está cansado de ser utilizado; las fundaciones se roban las ayudas».
La violencia en la localidad es compleja, ya que, además de las pandillas, hay una fuerte presencia de guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), disidencias de las FARC y el Clan del Golfo, todos compitiendo por el control del narcotráfico en la zona. En el ámbito urbano, los Shottas y los Espartanos se enfrentan violentamente por el dominio de las calles.
El Gobierno había anunciado recientemente una intensificación de la presencia de fuerzas de seguridad y planes para incrementar las inversiones sociales en la región. Estas medidas están enfocadas en evitar el reclutamiento forzado de jóvenes y en mejorar la salud, educación y empleo, entre otros aspectos.




