Del dolor al amor: mataron a su hijo en Tablada y hoy asiste a más de 20 chicos
Gerónima sufrió la pérdida de Emanuel, de 17 años, en enero de 2022. Casi desde entonces, junto a un grupo de personas, erigió un espacio de contención que, como maleza, crece donde parece imposible.
24/01/2023 | 21:17Redacción Cadena 3
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Un año atrás, en enero de 2023, Gerónima Benítez sufría la pérdida de su hijo en el marco de la violencia urbana derivada de la comercialización de estupefacientes en barrio Tablada. Al poco tiempo surgía un proyecto para transformar su dolor, el cual hoy cumple un año: "Maleza (Emanuel)", un espacio de contención al que asisten más de una veintena de niños y adolescentes.
“Era tanto el dolor que tenía que Dios me dio el sueño de abrir mi casa como 'copa de leche' y llevar el nombre de mi hijo, allí comenzó la trayectoria, nuestro caminar diario, nos encontramos con Sil, que es la que era maestra de mis hijos. Nos acoplamos, fusionamos y comenzamos a trabajar juntos”, contó Gerónima al móvil de Cadena 3 Rosario.
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Sobre la historia de su hijo, Emanuel, asesinado a los 17 años, relató: “Me dolió ver a mi hijo caer en la adicción, que es una enfermedad, busqué y no encontré ayuda, siempre me cerraron las puertas, que era un menor de edad, no podían hacer nada decían. Verlo caer, sumergirse en la adicción y no poder ayudarle. Por eso, nació de Dios para mi este sueño para que vengan los chicos a tener un lugar donde vengan a jugar, ser libres”.
“Ellos saben que acá vienen y encuentran no solo comida, sino también abrazo, cariño, contención. Se trata de darle motivación a nuestras vidas y a nuestros sueños. No quedarnos con lo que tenemos sino ir moviendo piedra por piedra, ir formando un castillo para que vengan más chicos”, completó.
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A su turno, Silvana, una de las mujeres que trabaja en el lugar y conoció a Emanuel, contó que “siempre fue muy dulce y colaborador”.
Respecto al nacimiento de este proyecto, narró: “Estábamos haciendo actividades en una plaza -por eso en un principio se llamó Maleza, una planta que crece donde nadie lo espera-. Hablando con Gero de proyectos, sueños, ganas de llevar adelante un espacio de contención y escucha para los niños”.

Y concluyó “Todo el año estuvimos sosteniendo actividades mediante donaciones, difusión de imágenes, pidiendo solidaridad a la comunidad, siempre diferenciamos la caridad de la solidaridad. Pensamos en involucrar a la comunidad. Es un deber de la democracia participativa que los derechos se cumplan. No es que vamos a suplir el rol de un centro de salud o una escuela, sino que va a ser el primer lugar, el que más cerca tienen los niños para luego acompañar el rol del estado”.






