El payaso Cuchuflito: de jugar con Messi a sacarle sonrisas a los más chicos

1. Audio. El payaso "Cuchuflito", de tirar paredes con Messi a sacar sonrisas en el parque.

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Rosario celebró el Día Internacional del Payaso, una fecha que conmemora el nacimiento de Miliki, miembro del famoso trío junto a Gabi y Fofo. En pleno centro de la ciudad, en la peatonal San Martín, se encuentra Cuchuflito, un payaso con 28 años de trayectoria, que alegra a los niños y adultos con sus globos y actuaciones.

Cuchuflito expresó su alegría en este día especial ante el móvil de Cadena 3 Rosario: "Este día ha sido totalmente glorioso porque es un día emblemático para nosotros. Todo artista callejero que cumple un año más es como un cumpleaños para nosotros. Estamos chochos y felices de la vida".

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Entre las figuras que más demanda tiene, destaca la pantera rosa en bicicleta, que requiere aproximadamente 15 globos para su creación. "Soy rápido para hacerlo y bueno, ese es un don que Dios me ha regalado para que yo le pueda regalar a los niños", afirmó.

El payaso compartió que lo que más le gusta de su trabajo es ver la sorpresa y felicidad en los ojos de los niños. "Me llevo cuando un niño está, se le nota el brillo en los ojos de saber de que el payaso logra cosas que quizá otro rubro no lo puede lograr", señaló.

Además, mencionó una anécdota conmovedora: "Cuando un nene se lleva el globo del perrito Firulais y le dice al papá: 'Te quiero mucho por esto'".

En cuanto a su legado familiar, Cuchuflito mencionó que su esposa, conocida como Pimpollo, y su hija, la payasa Chimoltrufia, también forman parte del mundo del entretenimiento. "Ella estudia, pero cuando se puede hacer un recreo, viene y nos acompaña", contó.

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Además, recordó que fue “compañero” en los inicios de Lionel Messi en su infancia, lo que añade un toque especial a su historia. "Soy del barrio de él. Lo conozco de muy chico, de muy pequeño", aseguró con orgullo.

Para cerrar, Cuchuflito dejó un mensaje a los niños: "Es una de las profesiones más viejas del mundo. Así que cuando pasen Córdoba y San Martín, ahí saben que estoy yo. No me esquiven, por favor. Vengan, que les doy un beso y un abrazo". Con su canasto de globos, continúa llevando alegría a los niños de Rosario, recordando que el arte del payaso es un legado que perdura en el tiempo.

Informe de Agostina Meneghetti.

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