Vacunación antigripal: clave para evitar complicaciones en invierno y cuidar la salud
La vacunación antigripal es una de las medidas más eficaces para reducir complicaciones derivadas del virus de la gripe. Se recomienda a personas con riesgo y a la población en general.
18/06/2025 | 09:13Redacción Cadena 3
Con la llegada del invierno, se intensifican las enfermedades respiratorias, poniendo en riesgo la salud de muchas personas. La gripe, en particular, puede dar lugar a cuadros graves como neumonía, bronquitis o descompensaciones en individuos con afecciones crónicas. Por esta razón, adoptar hábitos preventivos se torna crucial para atravesar esta temporada de manera saludable.
Una de las estrategias más efectivas para prevenir complicaciones asociadas al virus de la gripe es la vacunación antigripal. Aplicarla en el momento adecuado no solo disminuye el riesgo para cada individuo, sino que también ayuda a acotar la circulación del virus en la comunidad. Entre los grupos prioritarios que deberían vacunarse se encuentran los adultos mayores de 65 años, embarazadas, niños de 6 a 24 meses, personal de salud y aquellos que padecen enfermedades crónicas como diabetes, problemas cardíacos, respiratorios o renales.
Los beneficios de la vacunación son múltiples. No solo protege al paciente que recibe la dosis, sino que también disminuye el riesgo de contagio a quienes lo rodean, especialmente a personas con sistemas inmunológicos comprometidos. Es recomendable que toda la población consulte a su médico para evaluar la necesidad de vacunarse, aunque no pertenezca a los grupos de riesgo.
Según el Dr. Washington Burgos, médico clínico de Boreal Salud, lo idóneo es vacunarse antes de que se produzca el pico de circulación del virus, que generalmente ocurre entre mayo y julio. Recibir la vacuna con anticipación asegura una adecuada respuesta inmunitaria. Además, la vacunación antigripal puede administrarse junto a otras vacunas, como la contra el COVID-19, facilitando así el acceso a una protección integral sin complicaciones.
Por otro lado, existen hábitos cotidianos que resultan fundamentales para mantener la salud respiratoria en buen estado. Lavarse las manos con frecuencia, ventilar los espacios cerrados, evitar el contacto con personas con síntomas y no compartir objetos personales son prácticas recomendadas por los profesionales de la salud.
En espacios cerrados con escasa ventilación, la utilización de barbijos es aconsejable, especialmente si hay personas con síntomas respiratorios. Una dieta equilibrada, una adecuada hidratación y el descanso suficiente también son esenciales para fortalecer el sistema inmunitario. La prevención es un compromiso diario que va más allá de la vacunación y abarca el cuidado de la salud individual y colectiva.
En caso de presentar síntomas como fiebre alta, dolor en el cuerpo, congestión nasal, tos persistente o dificultad para respirar, se aconseja no automedicarse y buscar atención médica de inmediato. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y disminuir el riesgo de contagio a otras personas. Para quienes poseen enfermedades preexistentes, la atención médica debe ser más ágil ante cualquier síntoma.
Por lo tanto, la vacunación antigripal y los cuidados respiratorios deben ser considerados como parte de una estrategia integral de salud, no como medidas aisladas.
[Fuente: Noticias Argentinas]





