Tuvo que esconder a su hija por un violador con domiciliaria
"Está obsesionado con ella", declaró la madre. El hombre, de 71 años, está condenado por violar y embarazar a su propia hija, pero recibió la prisión domiciliaria por la pandemia del coronavirus.
28/08/2020 | 08:08Redacción Cadena 3
Una nena de 12 años tuvo que irse de su casa por el acoso de un vecino condenado de abuso sexual en Tucumán.
La madre contó que tomó esta medida porque la custodia policial ordenada por la Justicia “se fue del frente de la vivienda en el mismo momento que se retiraron los canales de la televisión”.
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“Me da mucho miedo encontrar a mi hija muerta”, dice Eliana Barrionuevo sobre “Sofía” (nombre ficticio para proteger a la víctima), quien es acosada por el vecino de al lado, de 71 años, desde que recibió la prisión domiciliaria en el marco de la pandemia del coronavirus.
Gregorio Evaristo Leiva fue condenado en 2017 por abuso sexual agravado por violar a su propia hija, a quien dejó embarazada cuando tenía 14 años y luego la obligó a parir.
Cuando la joven lo denunció penalmente, el hombre permaneció un mes prófugo antes de que lo capturaran en Santiago del Estero. La propia familia Barrionuevo lo había denunciado hace más de cinco años por robo.
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Sofía está escondida desde ayer en casa de unos familiares, porque el vecino se obsesionó con ella, con ella sola, con nadie más, y no puede salir al jardín, tender la ropa ni andar en rollers.
— ??????? ?????? (@MarianaR31) August 27, 2020
El vecino tiene 71 años y está condenado por abuso sexual agravado.
Sofía tiene 12. pic.twitter.com/kxDcKRdgHb
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La madre contó a Clarín que el acoso comenzó el 27 de junio y que el violador está “obsesionado” con su hija: la llama a los gritos y la espía cuando sale al patio.
Los días pasaron sin que se tomara ninguna medida de protección y en la comisaría le explicaban que la causa la tenía la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual.
"Un día la volvió a acosar y me agoté. La mandé a la casa de un familiar y llame a los medios, solo ahí recibí respuesta y me llamaron a declarar", relata.
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Volvamos atrás en el tiempo, vamos a contar esta historia desde el principio.
— ??????? ?????? (@MarianaR31) August 27, 2020
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La mujer calificó el beneficio de prisión domiciliaria como una “burla” y contó que el caso también le generó traumas a sus otros hijos.
"El nene de seis años se orina en la cama y me dice que tiene pesadillas con 'el viejo'. Mi otra hija, de 17, vive angustiada y llorando, le da miedo ir a hacer una compra por lo que le pueda pasar al hermano, y mi nena de 12 años no puede volver a su casa del miedo”, expresó.





