Abdullah Shah, el primer condenado a muerte en Afganistán tras el fin del Talibán
Abdullah Shah, conocido como 'el perro de Zardad', fue sentenciado tras un juicio que Amnistía Internacional calificó como una farsa judicial, resaltando la falta de derechos en su defensa.
22/06/2025 | 08:14Redacción Cadena 3
Abdullah Shah, apodado "el perro de Zardad", fue un militar afgano involucrado en numerosos crímenes, incluyendo el asesinato de al menos 20 personas durante la guerra civil en Afganistán, que se desarrolló entre 1992 y 2001.
Este individuo, nacido en 1965, se convirtió en el primer ejecutado en la nación tras la caída del régimen talibán a finales de 2001.
El asesino estuvo bajo la dirección de Zardad Khan, militar que actuó junto a Gulbuddin Hekmatyar durante la guerra civil afgana. El apodo de "perro de Zardad" lo adquirió debido a su participación en robos a viajeros en la ruta de Kabul a Jalalabad, donde muchas de sus víctimas fueron asesinadas a tiros. Los cadáveres de varios de estos inocentes se hallaron en un pozo en el distrito de Paghman.
Shah no solo asaltó y mató a viajeros, también fue responsable de la muerte de una de sus hijas y una esposa, hechos ocurrido tras bañarlas con agua hirviendo.
Con el derrocamiento del régimen talibán, la impunidad de Shah llegó a su fin, siendo procesado por primera vez en un tribunal especial en octubre de 2002.
En este proceso judicial, nueve testigos, incluyendo a una esposa a quien intentó prender fuego, testificaron en su contra, empeorando su situación.
Finalmente, Shah fue condenado a muerte en la prisión de Pul-e-Charkhi, ejecución que fue firmada por el presidente interino Hamid Karzai, llevada a cabo mediante un disparo en la nuca.
En el acto estuvieron presentes testigos que representaron a la policía afgana, a la Fiscalía General y algunos médicos.
Amnistía Internacional expresó su oposición a esta ejecución, señalando falencias en el proceso judicial afgano que violaron estándares básicos de justicia.
La organización planteó que la ejecución de Shah podría haber sido orquestada para evitar que testificara contra los comandantes leales al gobierno. Además, denunciaron que no tuvo abogado defensor, que el juicio se realizó en secreto y que su confesión fue obtenida bajo tortura.
Asimismo, resaltaron que el primer juez de su caso fue destituido por aceptar sobornos y que el segundo magistrado recibió presiones del Tribunal Supremo para confirmar la sentencia.
[Fuente: Noticias Argentinas]