El Estado que te salva todavía no sabe anotar alumnos
Por Adrián Simioni
09/12/2021 | 14:23Redacción Cadena 3
Nuestra confianza en el Estado es proverbial. Los partidos estatistas tiran consignas simplonas como “el Estado te salva” y las repetimos sin cuestionarlas.
Tenemos fe ciega en que los oficinistas estatales van a querer, saber y poder solucionar lo que sea.
Y nosotros creemos pese a todas las evidencias en contrario. Desde hace décadas el Estado confisca cada vez más impuestos para frenar la pobreza y la pobreza no para de crecer. Promueve la inversión y la inversión no para de caer. Promueve el empleo y el empleo no para de degradarse. El Estado no sabe hacer lo más elemental: proveer una moneda estable, por ejemplo. Pero igual ponemos las manos en el fuego por él.
Hoy el Estado nos acaba de dar otra muestra de ineptitud: no sabe cuántos alumnos dejaron la escuela en la pandemia. Así que los calculan a ojo: serían 600 mil. Lo cual no sirve de nada, porque para traerlos hay que tener una base de dato con nombre y apellido.
Y a eso se ignora porque el Estado no sabe anotar, contar e identificar a cada alumno, aunque es lo más fácil del mundo y dijo que lo iba a hacer hace ya una década. Ni siquiera hace falta inventar un Cuit, como el de los contribuyentes. Casi sin excepción, todo chico tiene un DNI. Y ese DNI se anota en las escuelas. Pero el dato nunca sale de la escuela.
El Ministerio de Educación se justifica con cinismo: “Es una realidad que existen dificultades y demoras con la carga de datos”, dice.
Mirá vos. Los pedagogos que pululan allí y se llenan la boca con su supuesto compromiso con la educación no pueden saber, por tanto, tampoco, si el chico que se fue de esa escuela entró a otra o si no volvió nunca más. Básicamente no saben nada útil para traer a los chicos de vuelta.
Nadie explica por qué tanta ineptitud. Sospecha: es lo que pasa cuando se entrega el sistema educativo a la corporación sindical docente. Porque así, sin datos, no se puede saber en verdad cuántos alumnos hay, ni cuántos docentes de más hay en ciertas provincias, ni cuánto se invierte o se malgasta por alumno, ni cuál es la calidad de la educación.
No es que el Estado fracase en contar a los alumnos. Es que las corporaciones que se han adueñado del Estado son muy exitosas en ocultar lo que no quieren que sepamos.




