Precios: en busca de la verdad
27/08/2025 | 14:16Redacción Cadena 3
Los precios, esa señal fundamental que guía nuestras decisiones de consumo, están envueltos en una nebulosa de promociones, descuentos y distorsiones que dificultan saber cuánto valen realmente las cosas.
Según un reciente informe de la consultora Nielsen, en el primer semestre de 2025, el 28% de la facturación de los supermercados provino de promociones como 2x1 o descuentos por la segunda o tercera unidad. Esto significa que más de una cuarta parte de lo que pagamos no refleja el precio real de los productos, sino un valor artificial que confunde al consumidor y distorsiona la economía.
El problema no es menor. Los precios son la brújula del mercado: nos indican el valor de los bienes y nos permiten decidir qué comprar y qué no. Pero cuando los precios están “emparrados” por descuentos, promociones bancarias o billeteras virtuales —que ni siquiera entran en ese 28%—, perdemos la capacidad de tomar decisiones informadas.
El Indec, encargado de medir la inflación, también se ve afectado: sus relevamientos no capturan estas promociones, lo que genera una brecha entre lo que pagamos en la caja y lo que se refleja en las estadísticas oficiales. El resultado es una inflación que no termina de ser transparente y una economía que opera con señales distorsionadas.
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Supermercados. ¿Qué cobrái? De Precios Justos a precios "desquiciados"
Los consumidores enfrentan dificultades para entender los precios reales en los supermercados.
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A esto se suma el estancamiento del consumo. Mientras los almacenes de barrio lograron recuperar un 7% en el primer semestre, los supermercados apenas crecieron un 1,2% en términos reales, un reflejo del cambio en los hábitos de consumo tras el "efecto stocking" de 2024, cuando los consumidores se abarrotaron en los súper para stockearse ante la incertidumbre.
Hoy, la preferencia por los almacenes evidencia que la confianza en los precios de los grandes comercios está erosionada.
La incertidumbre no se limita a los precios de los productos. La reciente decisión del Gobierno de desarmar las Lebac generó un nuevo sacudón en el mercado financiero, con tasas de interés que oscilan como una montaña rusa —un día al 80%, otro al 50%— y un dólar cuyo valor real sigue siendo una incógnita. Esta volatilidad, sumada a la inestabilidad política, agrava la opacidad económica. Si no sabemos cuánto vale el dinero, ¿Cómo podemos saber cuánto valen las cosas?
La falta de precios claros no es solo una molestia para el consumidor que quiere llevarse un producto sin tener que comprar dos para "aprovechar" la promo. Es un problema estructural que afecta la confianza, la inversión y la planificación económica.
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