¿Qué pasa con el mundo?
25/09/2024 | 10:07Redacción Cadena 3
Más de una vez, cuando saco este tema en conversaciones, la gente me responde algo como: “Pero Turco, no estamos en guerra mundial, las cosas no están tan mal”. Es cierto, no estamos en la Primera o Segunda Guerra Mundial, pero ¿es el mundo un lugar pacífico y acogedor? No lo creo. Basta con mirar las tragedias humanas que ocurren a diario, como las vidas perdidas en el Mediterráneo o en la ruta hacia las Islas Canarias, una de las más mortales hoy en día. No hace falta ir tan lejos para ver que el mundo sigue lleno de injusticias y caos, incluso en nuestra querida Argentina.
Hace poco me sorprendí viendo el discurso de António Guterres, el secretario general de la ONU, algo que no suelo hacer. Soy escéptico respecto a lo que se dice en esas cumbres, donde las palabras muchas veces no se traducen en acciones. Pero esta vez, Guterres captó mi atención. Habló con una honestidad que me hizo aplaudir, aunque fuera frente al televisor, solo en mi casa. Dijo claramente que no podemos seguir así. Y lo alarmante no fue solo su tono, sino la lista de desafíos que mencionó: el calentamiento global, las divisiones geopolíticas, y las guerras que siguen estallando en diferentes partes del mundo, desde Ucrania hasta el Medio Oriente.
Me hizo pensar en un episodio reciente del que me enteré, donde un país democrático invadió a otro y ejecutó a un hombre sin juicio previo. Sí, sin juicio, en pleno siglo XXI. Y este es solo un ejemplo de las tantas cosas que están mal. Guterres tiene razón: estamos viviendo una transformación épica, pero no parece que vayamos en la dirección correcta. Las naciones están divididas y el planeta está colapsando bajo el peso de nuestras acciones. Y lo peor es que la ONU, que debería ser un faro en medio de este caos, parece tener las manos atadas.
Por eso creo que debemos detenernos un momento y reflexionar sobre lo que está sucediendo en el mundo. Gaza, Sudán, Ucrania, Venezuela, Argentina... la lista sigue. Guterres lo dijo claramente: no podemos seguir así. Y aunque suene desesperanzador, creo que es hora de dejar de ignorar la realidad y empezar a tomar medidas. No podemos permitir que este caos se normalice.





