Enviado Especial
Una ciudad eterna y conmovida: multitudes despiden al Papa
25/04/2025 | 07:48Redacción Cadena 3
El sol de abril ilumina con especial intensidad las calles de Roma, y aunque es viernes, la atmósfera parece la de un domingo apacible. Hoy, 25 de abril, Italia celebra la liberación del fascismo en la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, más allá del feriado nacional, la ciudad se mueve intensamente: los comercios permanecen abiertos y miles de personas colman cada rincón. Todos confluyen hacia un punto: despedir al Papa Francisco, cuyo funeral se desarrolla en estos momentos en el Vaticano. Según estimaciones oficiales, más de 200.000 personas han llegado a la Plaza de San Pedro para decirle adiós al pontífice argentino.
Desde temprano, fieles de todo el mundo formaron largas filas esperando rendir homenaje. El ataúd del Papa, simple y austero como fue su pontificado, será sellado tras la misa exequial presidida por el decano del Colegio Cardenalicio. Un velo blanco cubrirá su rostro, y junto a su cuerpo se colocarán monedas y medallas acuñadas durante su papado. Luego, el féretro será introducido en tres ataúdes consecutivos —ciprés, zinc y finalmente olmo— y cerrado definitivamente, marcando el fin de una era para la Iglesia Católica.
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Mientras se realiza la emotiva ceremonia, entre cardenales y diplomáticos ya comienza a susurrarse con fuerza sobre el cónclave que se avecina. Su fecha exacta se definirá en las próximas horas, y tendrá lugar entre el 6 y el 11 de mayo. Esta elección promete ser determinante, ya que alrededor del 70% de los 135 cardenales electores fueron nombrados por el propio Francisco, lo que podría influir en el perfil de su sucesor.
En el periplo a Roma compartí vuelo con dos figuras sudamericanas clave en este proceso: el arzobispo de Córdoba, Ángel Rossi, y el de Montevideo, Daniel Sturla. Para Rossi, quien participa por primera vez en un cónclave, este es un momento de profunda tristeza, matizada por la esperanza:
“Espero que nos regale una figura que siga en clave de misericordia, de ternura como dimensión indispensable, y de diálogo con quienes piensan distinto. Francisco deja un legado claro, su vida es su mensaje”, comentó Rossi.
El cardenal Rossi reconoció sentir una “sana inconsciencia” ante la magnitud del momento. “Sinceramente, me excluyo de ser Papa, así que es un problema menos. Ojalá pueda ayudar a elegir quién puede llevar adelante esta responsabilidad”, expresó con sencillez.
Por su parte, el arzobispo de Montevideo, Daniel Sturla, compartió su gratitud a lo que ha sido el Papa Francisco para la Iglesia. “Todo lo que ha significado su presencia, su poner en el centro a los pobres, su querer que la Iglesia sea una Iglesia en salida, que vaya al encuentro de las personas que están alejadas. Todo eso ha sido un aporte hermoso del Papa Francisco y por eso ahora, si bien con la pena de su partida, también con la gratitud por lo que nos ha dejado”, expresó.
Sobre el cónclave y la elección del próximo pontífice, Sturla destacó: “Yo creo que no se trata de continuidad de Francisco, sino de la continuidad de la Iglesia en fidelidad al Evangelio y a Jesucristo. Cada Papa en su época, en su momento, tiene que hacer el aporte propio y se buscará, me imagino, el perfil adecuado para el cristiano de ahora en adelante”, señaló Sturla.
Entre las conversaciones discretas en cafés cercanos al Vaticano, empiezan a mencionarse posibles candidatos. Matteo María Zuppi, Pietro Parolin y Peter Erdo emergen como los nombres más repetidos. Pero, como afirma un antiguo refrán vaticano, “Chi entra papa in conclave, esce cardinale” (“quien entra como Papa al cónclave, sale como cardenal”).
Mientras Roma despide a Francisco, la incertidumbre y la esperanza convergen hacia una Capilla Sixtina que pronto, muy pronto, decidirá el futuro de más de 1.400 millones de católicos en todo el mundo.