Un periodista de Cadena 3 fue ordenado diácono
Se trata de Alberto Roselli, quien recibió el sacramento de manos del obispo de Río Cuarto monseñor Adolfo Uriona, durante una misa en la parroquia de su pueblo, Alcira Gigena.
26/07/2016 | 06:45Redacción Cadena 3
FOTO: Alberto Roselli fue ordenado diácono para la diócesis de Río Cuarto.
FOTO: Alberto Roselli fue ordenado diácono para la diócesis de Río Cuarto.
FOTO: Alberto con Valentino y Lautaro, dos de sus hijos.
El periodista y locutor de Cadena 3, Alberto Roselli, culminó este sábado su período de preparación y recibió la ordenación como diácono de la Iglesia Católica en el marco de una emocionante celebración que fue presidida por el obispo de la diócesis de la Villa de la Concepción de Río Cuarto, monseñor Adolfo Uriona.
Acompañado por sus hijos, su mamá y otros familiares, Alberto recibió la imposición de manos por la que fue consagrado como diácono, oficio que le permitirá colaborar en la tarea pastoral diocesana luego que fuera designado en las parroquias de Elena y su localidad de Alcira Gigena.
Con la presencia de una importante cantidad de sacerdotes y diáconos que lo acompañaron, la celebración fue compartida por numerosos vecinos de Gigena, de Elena y de otras localidades como Córdoba, de donde viajó un grupo importante de coordinadores y voluntarios de Manos Abiertas, fundación donde Roselli desarrolla tareas de voluntariado desde hace varios años.
¿Qué es el diaconado?
El diaconado es el primer grado del sacramento por el que también se consagran los sacerdotes y los obispos cuya tarea principal es acompañar a la Iglesia desde la tarea sacramental, aunque la misión principal consiste en estar al servicio de todas las personas, especialmente los más débiles y necesitados.
Como tarea litúrgica los diáconos pueden bautizar, asistir al sacramento del matrimonio, predicar en las celebraciones litúrgicas e impartir bendiciones.
Aunque lo que define la tarea diaconal es, desde las tareas profesionales, diarias y familiares, hacer presente el servicio como manifestación primera del mandato evangélico más allá de las distintas confesiones religiosas, priorizando a los más débiles y vulnerables de la sociedad.
El diaconado, ya mencionado en los textos bíblicos posteriores a la muerte y resurrección de Jesucristo, se fue desdibujando durante varios siglos, hasta que durante el Concilio Vaticano II fue redescubierto y con el paso del tiempo está siendo reinstaurado en toda la Iglesia.
A diferencia de los sacerdotes y obispos, los diáconos pueden ser hombres casados que viven la realidad social y económica cotidiana a la que agregan la misión con los más necesitados desde un compromiso formal y directo a través de la recepción del sacramento del Órden Sagrado.
