Trump aumenta tarifas para turistas extranjeros en parques nacionales de EE.UU.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dispuso un incremento en las tarifas de entrada para los turistas extranjeros que visiten los parques nacionales del país, en el contexto de la reciente aprobación de la ley One Big Beautiful Bill. Esta legislación, además de instaurar nuevos costos, recortó cientos de millones de dólares del presupuesto del Servicio de Parques Nacionales (NPS).

De acuerdo con lo dispuesto en la nueva normativa, los ciudadanos estadounidenses seguirán abonando la tarifa actual por pases vehiculares, mientras que los visitantes internacionales enfrentarán un aumento que será determinado tras un periodo de consulta pública.

“Esta orden refleja el compromiso de Trump como un presidente defensor de la conservación, enfocándose en priorizar a los estadounidenses”, se menciona en un comunicado emitido por la Casa Blanca junto con la orden ejecutiva correspondiente.

El secretario del Interior, Doug Burgum, comentó durante una rueda de prensa que se espera que el borrador del nuevo régimen de tarifas sea difundido a finales de verano, aunque se prevé que su implementación no se lleve a cabo antes de 2026.

La reciente ley de gastos anula los fondos no utilizados del presupuesto de la administración anterior y prevé un recorte significativo cercano al 40 % en la financiación discrecional para el año fiscal 2026.

Defensores del parque han expresado su inquietud por cómo estas medidas podrían significar la reducción de fondos para el sector, mientras se pide a los turistas que compensen esas pérdidas.

Las autoridades han argumentado que, dado que los visitantes extranjeros no contribuyen a través de impuestos en EE.UU., deberían asumir un mayor costo para el mantenimiento del sistema, citando como ejemplo el Parque Nacional Galápagos en Ecuador, donde los turistas internacionales pagan tarifas significativamente más altas que los locales.

Protestas

Sin embargo, la reacción de diversas organizaciones, como el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales, ha sido negativa, asegurando que la nueva política “no aborda la falta de personal ni los problemas ambientales subyacentes”.

Por otro lado, sectores de la industria turística también expresaron su preocupación frente al impacto que estas tarifas puedan tener en el turismo, destacando un informe de la agencia de noticias Xinua que indica que la Asociación de Viajes de Estados Unidos advirtió que un aumento considerable podría frenar la recuperación de un sector que aún lucha por alcanzar los niveles pre-pandemia, con una caída del aproximado del 15 %.

El centro de estudios conservador The Property and Environment Research Center sugirió que una tarifa adicional de 25 dólares podría generar alrededor de 330 millones de dólares anuales sin disminuir drásticamente la cantidad de visitantes.

Funcionarios del Departamento del Interior enfatizaron que todos los ingresos generados se destinarían a un fondo de mantenimiento, asegurando que no sería posible desviar esos fondos.

Burgum añadió que se encuentran evaluando sistemas electrónicos de pago anticipado para evitar largas colas en lugares con alta afluencia turística, como el Gran Cañón, donde el tráfico puede llegar a extenderse hasta 3 kilómetros durante el verano.

Además, se realizará una evaluación de justicia ambiental para analizar el efecto de esta medida en las comunidades cercanas que dependen del turismo internacional.

Varios grupos de defensa han manifestado que están considerando acciones legales si los análisis económicos no se ejecutan de manera exhaustiva previo a la implementación de la norma final.

Por el momento, se aconseja a los turistas extranjeros planificar sus viajes a partir de 2026 y estar atentos a los anuncios del NPS, preparándose para tarifas más elevadas en la visita a emblemáticos lugares como Old Faithful o Yosemite.

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