Ejecutivo petrolero de Texas obtiene poderes en el Departamento de Interior bajo controversia

Tyler Hassen, un ejecutivo petrolero de Texas vinculado a DOGE, recibió amplias facultades para reformar el Departamento del Interior, encargado de administrar extensas tierras ricas en recursos. Sin embargo, su falta de desinversión en empresas energéticas plantea serias preocupaciones éticas.

Nombrado por el secretario del Interior, Doug Burgum, Hassen, quien aún no cuenta con la confirmación del Senado ni experiencia en la administración pública, tiene la tarea de reestructurar el Departamento, que abarca aproximadamente 70.000 empleados y diversas agencias, incluyendo el Servicio de Parques Nacionales y la Oficina de Reclamación.

Antecedentes de Hassen

Antes de unirse a DOGE, Hassen estuvo casi 20 años en Basin Holdings, una compañía dedicada a la fabricación y servicios de plataformas petroleras a nivel global. Documentos financieros indican que él generaba ingresos multimillonarios anualmente de estas empresas, controladas por John Fitzgibbons, un importante actor de la industria en Rusia.

Las preocupaciones sobre posibles conflictos de interés han crecido entre legisladores demócratas y grupos ecologistas, quienes consideran que el nombramiento de Hassen parece diseñado para evitar la supervisión del Senado, lo que podría socavar la autoridad del Congreso.

Kate Groetzinger, del Centro para las Prioridades del Oeste, expresó que "delegar decisiones cruciales del Departamento del Interior a una persona no confirmada por el Senado es inaceptable".

La portavoz del departamento, Katie Martin, afirmó que Hassen colabora en la implementación de la visión del presidente para cambios sustanciales en el departamento.

Tareas y objetivos de Hassen

Desde su llegada en enero, Hassen revisó todos los contratos y subvenciones, encomendando acciones a Burgum. Este último elogió a Hassen por identificar significativos desperdicios y abusos en los gastos del departamento.

El plan estratégico preliminar de Hassen incluye aumentar la producción de carbón limpio, petróleo y gas a través de permisos más rápidos, y eliminar regulaciones que hipotéticamente incrementarían los ingresos para el Tesoro estadounidense.

Hassen ha propuesto extender la congelación de regulaciones impuestas durante la administración de Trump, limitando la capacidad de las agencias para crear nuevas reglas. Esta moratoria se ha extendido hasta el 4 de junio.

Su relación con Musk aún es poco clara, aunque Hassen señala haber gestionado cinco negocios en Houston antes de unirse a DOGE.

Controversias en su rol

A pesar de su cargo, Hassen cuenta con un historial que incluye intentos de despedir a un abogado del departamento tras no permitirle acceder a información sensible relacionada con el personal, lo cual ha generado aún más cuestionamientos sobre su gestión.

Expertos en ética gubernamental han criticado la táctica de cambiar el título de Hassen para evitar la aprobación senatorial, argumentando que esto puede ser considerado una maniobra fraudulenta. Kathleen Clark, de la Universidad de Washington en St. Louis, mencionó que esto impide cumplir con los estándares éticos necesarios.

Los posibles conflictos de interés de Hassen han atraído la atención de grupos ambientales y algunos legisladores, resaltando la necesidad de un mayor escrutinio sobre sus acciones y decisiones.

Observaciones finales

Hassen posee una significativa cantidad de acciones en varias compañías, lo que podría considerarse un conflicto de interés. Sus acciones y la creciente presión de los legisladores sugieren que su llevado a cabo podría estar generando más preocupaciones sobre la ética y el manejo de las políticas de recursos naturales en el Departamento de Interior.

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