Disidente de las FARC dejó fotos que ayudan a encontrar fosa común en Colombia

BOGOTÁ (AP) — En una localidad de Guaviare, al sureste de Colombia, autoridades iniciaron la búsqueda de ocho líderes sociales y religiosos desaparecidos desde abril. Descubrieron sus cuerpos en una fosa común tras recibir una pieza clave de información: fotografías de las víctimas en el teléfono de un presunto miembro de un grupo armado local.

Este hallazgo, anunciado por la fiscalía el martes, pone de relieve la crítica situación humanitaria en Guaviare, un territorio en disputa entre diferentes grupos armados.

Raúl Huberto González, fiscal contra la criminalidad organizada, comunicó el miércoles que evidencias sugieren que los crímenes fueron perpetrados por el Frente Primero Armando Ríos, una facción disidente de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que no aceptó el acuerdo de paz alcanzado en 2016.

Al revisar el celular del presunto disidente, las autoridades encontraron imágenes de las personas desaparecidas, vivas junto a hombres armados, y luego en situaciones que indicaron que habían sido asesinadas. “El individuo afirmó que eran las personas asesinadas en zona rural de Calamar (Guaviare) y esto permitió localizar el sitio exacto donde se encontraban”, explicó González.

Los líderes asesinados compartían la misma procedencia del departamento de Arauca, que limita con Venezuela, y llegaron a Guaviare con el propósito de trabajar. Su origen provocó que la disidencia erróneamente pensara que podrían tener vínculos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), un grupo rival.

“En este marco, fueron capturados, interrogados para determinar su conexión con el ELN, lo que siempre negaron, y finalmente, fueron asesinados”, indicó el fiscal. Las autoridades siguen buscando a más de diez personas implicadas en esta masacre.

La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos manifestó su fuerte condena por la desaparición y asesinato de los líderes en Guaviare. “La estigmatización y acusaciones sin fundamento contra líderes comunales y sociales perpetúa el conflicto armado y silencia voces necesarias para la defensa de derechos humanos”, expresó la ONU.

El año pasado, en Colombia, fueron asesinados 89 líderes sociales y se registraron 72 masacres, según informes de la ONU. A raíz de esta situación, la Procuraduría anunció una investigación disciplinaria contra el director de la Unidad Nacional de Protección, encargado de brindar resguardo a personas en riesgo, por no atender las solicitudes de protección de los líderes sociales.

Además, la Defensoría del Pueblo alertó sobre la creciente crisis humanitaria en Guaviare, donde se halló la fosa común, debido a la disputa territorial entre facciones disidentes y reclamó a las autoridades la protección de la comunidad, especialmente de los pueblos indígenas.

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