Contratistas estadounidenses disparan balas mientras palestinos buscan comida en Gaza

BEERSEBA, Israel (AP) — Según testimonios y videos obtenidos por The Associated Press, contratistas estadounidenses encargados de la supervisión de la distribución de ayuda en Gaza emplean balas reales y granadas aturdidoras mientras cientos de palestinos hambrientos se agrupan en busca de alimentos.

Dos contratistas, que solicitaron permanecer en el anonimato al hablar con la AP, decidieron revelar sus preocupaciones por lo que consideran métodos peligrosos e irresponsables. Indicaron que el personal de seguridad que opera en la zona a menudo carece de la capacitación adecuada, sus antecedentes no han sido verificados y suelen portar armamento pesado, operando bajo una aparente licencia para actuar sin restricciones.

Los testimonios relatan que sus colegas disparan balas indiscriminadamente: al aire, al suelo y, en ocasiones, hacia la multitud de palestinos. Uno de los contratistas recordó un incidente específico en el que pensó que alguien había sido alcanzado por un disparo.

“Hay personas inocentes que están siendo heridas. Gravemente. Innecesariamente”, aseguró uno de los contratistas.

Los videos muestran a cientos de personas presionando contra puertas de metal, forcejeando por recibir ayuda humanitaria, bajo el estruendo de disparos y explosiones de granadas. Conversaciones capturadas en video entre hombres de habla inglesa revelan discusiones sobre cómo dispersar a la multitud tras ráfagas de disparos.

Los relatos de los contratistas, junto con los videos y documentos internos, ofrecen una visión singular de la Fundación Humanitaria de Gaza, una nueva organización estadounidense respaldada por Israel y destinada a ofrecer ayuda alimentaria a la franja. En el último mes, Estados Unidos ha prometido 30 millones de dólares para apoyar sus operaciones, marcando la primera contribución conocida hacia este ente, cuyas otras fuentes de financiamiento permanecen poco claras.

Los periodistas han tenido acceso limitado a los sitios de la FHG, ubicados en áreas controladas por el ejército israelí. La AP no ha podido corroborar de manera independiente las declaraciones de los contratistas. Un portavoz de Safe Reach Solutions, la empresa de logística subcontractada, aseguró que hasta el momento no han registrado lesiones graves en los sitios bajo su responsabilidad, aunque reconoció que en ocasiones se han realizado disparos al suelo para llamar la atención de los civiles.

Desde que comenzó el conflicto, más de dos millones de palestinos en Gaza enfrentan una crisis humanitaria aguda. La guerra desatada por la ofensiva de Hamas contra Israel desde el 7 de octubre de 2023 ha resultado en un bombardeo constante y un cerco a la franja, dejando a muchos al borde de la hambruna. Más de 57.000 palestinos han perdido la vida desde el inicio del conflicto, según el Ministerio de Salud de Gaza.

La FHG, creada recientemente para responder a esta crisis, ha enfrentado duras críticas por las tácticas utilizadas en sus operaciones. Testigos afirman que los soldados israelíes disparan casi a diario hacia grupos de personas que se desplazan hacia los puntos de distribución, generando una atmósfera de miedo y caos, en la que cientos han sido heridos o asesinados.

El ejército israelí, por su parte, niega las acusaciones y afirma que se limita a disparar tiros de advertencia mientras investiga los reportes de daños a civiles. Afirman que su objetivo es reducir la fricción con la población local, a pesar de las alegaciones de disparos indiscriminados.

La AP ha enfatizado que su investigación se centra en la situación dentro de los mismos puntos de distribución, donde los palestinos relataban sentirse atrapados entre el fuego de ambas partes, pidiendo respuestas sobre las razones detrás de los disparos mientras simplemente buscaban comida para sus familias.

Uno de los portavoces de la FHG mencionó que existen intereses que desean desestabilizar la organización y están dispuestos a hacer lo necesario para boicotear su labor. Sin embargo, el grupo asegura tener un compromiso sólido con el pueblo palestino.

Durante el curso del conflicto, la distribución de ayuda ha sido desordenada, con informes de saqueos y enfrentamientos en las zonas cercanas a los centros de ayuda. Este mes, al menos 51 palestinos perdieron la vida al intentar acceder a ayuda, lo que aumentó la presión sobre la operación y sus responsables.

Los videos y la documentación proporcionada por los contratistas ilustran un panorama confuso y tenso durante estas distribuciones, con múltiples disparos escuchados y prácticas consideradas excesivas para el control de las multitudes. Insisten en que, si las operaciones continúan bajo esas condiciones, la pérdida de vidas inocentes será inevitable.

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