Apología del desastre

Por María Rosa Beltramo

Exitoso luthier, músico creativo, humorista exquisito, Carlos Núñez Cortés puso en duda que Argentina pueda llegar a las próximas elecciones presidenciales y manifestó su temor de que la situación vuele por los aires, un diagnóstico lapidario y terminal pese a que antes de enunciarlo había dicho que no quería hacer apología del desastre.

A sus 80 años, uno de los fundadores de Les Luthiers acaba de presentar un libro de memorias en el que repasa la trayectoria de un grupo excepcional que sólo conoció de éxitos a lo largo de medio siglo y que, pese a su despedida, todavía tiene pendiente media docena de presentaciones para decir adiós en España, un país que los idolatra y supo galardonarlos con el prestigioso “Princesa de Asturias”.

Más allá de que suele ser complicado eludir la realidad circundante, si hay gente a la que le fue bien en su país de origen es a Núñez Cortés y a sus compañeros de andanzas musicales-humorísticas. No obstante esa larga existencia jalonada de triunfos, ahora muestra una oscura visión y parece convencido de que por estos lados nada funciona.

En la entrevista que le concedió al suplemento literario del diario peninsular “El Mundo”, el hombre que ha escrito tantas piezas magistrales en nombre de Johan Sebastian Mastropiero eligió el camino de la economía familiar y las dificultades cotidianas para que los españoles entendieran lo mal que estamos.

“Soportamos cada mes la inflación que ustedes sufren en uno o dos años. La gente corre a hacer la compra en cuanto cobra para no tener que pagar el doble por los mismos fideos al día siguiente”.

Y antes aclaró: “No me gusta hacer apología del desastre, pero quedan cinco meses para las elecciones y no sé si llegaremos”

Y en la parte medular, el luthier repartió acusaciones para que sus críticas no tengan un único destinatario. “Esto va a volar por los aires por culpa del actual gobierno y también por las políticas que se llevan aplicando desde hace más de medio siglo”, concluyó.

Cualquiera podría suponer que una existencia privilegiada por el talento sobre el que edificó una gran carrera podría favorecer una visión más optimista. Sin embargo Núnez Cortés no logra avizorar nada bueno.

No ayuda mucho a la confianza que uno podria reclamarle que entre las notas más leídas en uno de los principales portales esté la de tres docentes que ,hartas de la acumulación de deudas, decidieron alternar las aulas con la elaboración de videos eróticos.

Tampoco que, aburridos del domingo otoñal, los canales de televisión que no transmiten deportes estén visitando supermercados de la zona de frontera para hablar con uruguayos, paraguayos y chilenos que acuden en masa a surtirse de mercadería local y que el tìtulo del zócalo proclame “La Argentina regalada”.

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