Así nunca va a alcanzar para todos
Por Adrián Simioni.
04/10/2021 | 12:56Redacción Cadena 3
Un informe de Clarín plantea hoy que, entre 2012 y 2021 -casi 10 años- en Argentina el empleo privado en blanco cayó 4%, mientras el empleo estatal creció 30%.
¿Por qué esto es un problema? La razón es que el empleo privado en blanco es el más genuino, el mejor de los empleos. Primero, porque esos empleos no son un invento, no son ñoquis acomodados para calentar sillas en alguna oficina pública. La empresa privada no se lo puede permitir porque sino, al final, quiebra. Por eso son empleos productivos, producen algo, generan riqueza y se autosostienen. En general, no viven de un subsidio. Nadie subsidia el sueldo de un cajero de supermercado, de un peón rural o del empleado de una fábrica de pastas. Pero, además de eso, al estar en blanco, contribuyen con sus impuestos y los de la empresa en que trabajan a sostener el gasto público, las escuelas, los hospitales, la Justicia. No están en negro.
El primer problema es que ese empleo, que es el mejor, es muy escaso. Hoy en Argentina por cada empleado privado en blanco hay 7,9 argentinos que viven de otra cosa, de subsidios, de empleos en negro, de empleos estatales. Para colmo, lo que marca la estadística es que eso empeora. Hace 10 años ya estábamos mal, pero cada empleado privado en blanco trabajaba y pagaba impuestos por 6,8 argentinos. Ahora su carga son 7,9. Cada vez peor.
¿Todos las demás ocupaciones son inaceptables? No. Pero en Argentina hay demasiada gente que no trabaja ni busca trabajo, demasiada gente que vive de subsidios, mucha gente que trabaja en blanco pero paga menos impuestos a la Anses y la Afip (los monotributistas) y, como muestra el informe de Clarín, hay cada vez más estatales, gente con un empleo en municipios, provincias, Nación y empresas estatales que también pagan impuestos pero, primero, se cobran de los impuestos que pagan todos los demás. Encima en muchos casos hay baja productividad. Hay empleados estatales que trabajan y lo hacen en cosas útiles, pero hay muchísimos a los que nadie exige productividad alguna, o que, incluso si trabajan, se dedican a cosas que nadie demanda, que nadie necesita. De hecho: hay 30% más de empleados estatales que hace 10 años, pero ¿los servicios estatales mejoraron o se incrementaron 30%? Los 1.500 empleados de la Biblioteca del Congreso son apenas un ejemplo. La riqueza que generan es de nula para abajo.
Hay cada vez menos argentinos trabajando sin necesidad de subsidios, trabajando de verdad en cosas que se necesitan y que encima pagan impuestos. Y esa es la verdadera raíz de nuestra pobreza. Somos una tribu en la que, por cada indio que sale cada madrugada a correr de verdad el mamut, hay casi 8 indios que, a la nochecita, cenan gratis o casi gratis. Y, así, nunca va a alcanzar para todos.




