Tapia, Fassi, Talleres, merengue y lodo
La sanción al presidente de Talleres, despertó todo tipo de conjeturas. La AFA fue muy dura para con el mandamás albiazul que ahora va por la apelación al Tribunal de Alzada.
11/10/2024 | 17:26Redacción Cadena 3
“Vivimos revolcaos en un merengue. Y en el mismo lodo, hmm, todos manoseaos”, escribió Enrique Santos Discépolo. Entonces, a 90 años de la creación de la letra de Cambalache, podemos afirmar que el tango tiene razón… y mucha.
Cuando lo ilícito se vuelve natural, cuando los reglamentos son letra muerta, cuando hay vía libre para hacer, decir y deshacer todo, cuando están todos sospechados, cuando está todo podrido pasa lo que pasa en el fútbol argentino.
La durísima sanción a Fassi es la gota que rebalsó el vaso, entendiendo también que el título de presidente de Talleres no se lo sacará AFA porque fue elegido por los socios y por cuestiones obvias, no tiene jurisdicción para echarlo.
A AFA habría que pedirle que sean menos evidentes porque se nota mucho. Si no estás de acuerdo te limpian y harán todo lo posible para sacarte del medio.
Claro está que en un fútbol normal, nada de esto sucedería. Pero el denominado “producto” no es normal. Claudio Tapia tiene el apoyo de la gran mayoría de los clubes y lo seguirá teniendo, porque sienta un precedente: si sos dirigente y ves lo que le sucedió a Fassi, pensás que te conviene estar bien con los que mandan.
Entonces todos se llaman a silencio, aunque por lo bajo hay varios que piensan como Fassi. Y Fassi, poco y nada puede esperar de Artime y Cavagliatto. Ambos tienen una postura, defienden una ideología y se alinean con el poder de turno al formar parte también de la lista oficialista que será elegida el día 17 de este mes.
Lo que llama la atención es que ninguno se solidarizó a 24 horas del hecho con un colega que preside un club de tu misma ciudad, alevosamente agredido por un árbitro. Y el único que salió a hablar fue el presidente de Belgrano, defendiendo las asociaciones civiles sin fines de lucro, cuando ése es otro tema y precisamente el que Fassi jamás tocó en la conferencia de prensa luego del partido ante Boca por Copa Argentina. O sea, le pegaron una trompada a uno que hace lo mismo que vos y no dijiste nada.
Pero es bochornoso que un dirigente, dentro de un ámbito democrático, no se pueda expresar. Aunque el problema no sólo es ese, hay un trasfondo político porque como decimos, el sancionado titular de Talleres es “pro Sad” y para muestra, la foto que se sacó con el presidente Javier Milei, reafirmó esa situación.
Si Fassi era el que le pegaba a Andrés Merlos, se tendría que haber ido solo, nada debería estar haciendo en nuestro fútbol. Pero fue Merlos el que pegó y sigue dirigiendo como si nada. La impunidad está a la vista, es gravísimo pero más grave es que eso no tenga sanción.
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Porque el castigo a Merlos no sólo debería ser por la agresión, sino porque mintió en su declaración advirtiendo que Fassi entró al vestuario con dos tipos armados. El día de la conferencia de prensa, el árbitro iba a dar una nota con ESPN pero al viralizarse su trompada, le pidieron que no hable.
Dicho esto, Fassi tampoco puede ir y amedrentar a un árbitro en un lugar donde no corresponde porque en el medio está Talleres y Talleres como tal es más importante que cualquier dirigente, jugador e hincha. Tan en el medio quedó el club que se la llevó de arriba y fue amonestado.
¿En qué terminará esto? Es hacer futurología. Es una vergüenza lo que pasa, pero mientras todos miren para el costado nada va a cambiar. Sino, recurramos a la decisión del ente punitorio para con la pelea de Pablo Toviggino con Fassi: “inadmisible” resultó el planteo del titular albiazul, cuando la mano derecha de Tapia amenazó con un posteo en la red social “X”.
¿Pero por qué deberíamos sorprendernos? Estamos en Argentina, en donde la falta de cultura y educación entroniza a personajes insólitos.
Al fin de cuentas, “Vivimos revolcaos en un merengue. Y en el mismo lodo, hmm, todos manoseaos”.